25 de septiembre de 2016, gallegos y vascos... votando bajo la lluvia

  • 2,7 millones de gallegos deciden este domingo si Alberto Núñez Feijóo revalida su mayoría absoluta y si en tierras gallegas se produce el 'sorpasso' en la izquierda.

    Los vascos volverán a elegir un parlamento fragmentado y plural en el que los dilemas son la ventaja que obtendrá el PNV y quién ocupa el segundo puesto: Podemos o EH Bildu

Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo
Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo
Iñaki Etxarri

Gallegos y vascos son los electores más predecibles de España. De hecho las nueve veces que hasta hoy han sido llamados los gallegos a elegir al inquilino del palacio de Raxoy y las diez ocasiones en las que los ciudadanos vascos han ido hasta los colegios electorales para decidir quién iba a habitar Ajuria Enera los años venideros, casi siempre han propiciado la victoria, con mayor o menos holgura, de las mismas formaciones políticas. En Galicia el Partido Popular (antes Alianza Popular) y en Euskadi el Partido Nacionalista Vasco (excepto en 1986 cuando se alzó con el triunfo el PSE tras la escisión de Carlos Garaikoetxea (EA) en las filas nacionalistas).

Y si vascos y gallegos son predecibles cuando se les llama a votar, un territorio y otro también suelen estar habitualmente bañados por el agua de lluvia. Una invitada que, como no podía ser de otra manera, también se asomará a estos comicios (según las previsiones de la AEMET) y que podría propiciar una mayor abstención de lo previsto, aunque vascos y gallegos están acostumbrados a votar bajo la lluvia y con paraguas.

Dicho todo lo anterior, bien es cierto que no siempre han podido gobernar PP y PNV (entre 1987 y 1990 y del 2005 al 2009 fueron presidentes de la Xunta los socialistas Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño y de 2009 a 2012 Patxi López fue el primer lehendakari no nacionalista) y que, por ejemplo, el PNV jamás ha disfrutado de una mayoría absoluta, mientras que el PP, en Galicia la ha logrado en seis de las nueve elecciones precedentes.

El dilema de la mayoría absoluta

Y esa es, la de si Núñez Feijóo revalida su mayoría absoluta, la primera clave que se dirimirá en las urnas gallegas. Por lo que dicen las encuestas así será (el CIS le otorga 40-41 escaños; 15-17 a En Marea; 16 al PSdG y 0-1 a Ciudadanos), pero un puñado de escaños pueden 'bailar' por unos pocos votos y ya se sabe que la única encuesta que vale es la de las urnas.

La segunda clave será si hay descalabro socialista o no. Todo lo que sea quedar por detrás de En Marea será considerado un fracaso y eso podría redundar en el liderazgo de Pedro Sánchez en Madrid, pero todo son especulaciones. 

Y para finalizar con Galicia, una maldad. ¿Una victoria contundente de Núñez Feijóo haría tambalearse a Rajoy en su sillón de Génova 13? es complicado, pero lo que es indudable es que se situaría en la primera casilla de salida el día que haya relevo en la cúpula de los populares.

El PNV tendrá que volver a pactar

Los sondeos han coincidido en que el PNV de Urkullu será nuevamente el ganador de las elecciones más allá del Ebro (el CIS pronosticó la obtención de 27-28 escaños para los jeltzales; 16 para EH Bildu; 15-16 para Elkarrekin Podemos; y 8 para PP y PSOE). Así, como ha sucedido desde siempre en Euskadi, habrá que pactar para alcanzar la lehendakaritza.

Lo que más le gustaría al PNV, y al PSE-PSOE, es que el descalabro de los liderados por Idoia Mendia no sea tan descomunal como auguran los sondeos y que entre ambos partidos lograran los 38 diputados que otorgan la mayoría absoluta en el Parlamento de Lakua, pero habrá que esperar hasta las 20.00 horas de este domingo para comprobarlo.

El PP, Mariano Rajoy más bien, sueña, sin embargo, con ser necesario para aupar al PNV a Ajuria Enera y que eso redunde en un apoyo de los nacionalistas en Madrid, pero estamos, en este caso, haciendo política ficción porque el PNV ha repetido una y otra vez, como Sánchez, que 'no, no y no' a Rajoy. Habrá que ver si el lunes 26 eso cambia, aunque no parece muy probable.

La otra gran incógnita es quién será el segundo partido que más escaños logre. La lucha en este sentido será encarnizada entre un EH Bildu que parece recuperado respecto a las elecciones del 26J (la polarización del debate en la precampaña y al inicio de la misma acerca de la prohibida candidatura de Arnaldo Otegi les ha beneficiado) y un Elkarrekin Podemos que parece desinflarse y al que la campaña, capitaneada por Pilar Zabala, no ha logrado revitalizar.

Lo cierto es que más allá de los resultado que arrojen las urnas a orillas del Atlántico y el Cantábrico los comicios pueden desbloquear un Congreso de los Diputados paralizado desde hace un mes y donde todos, una vez fracasado el intento de investidura de Rajoy el pasado 2 de septiembre, decidieron dejar las posibles soluciones para 'mañana'. Y mañana es el lunes 26 de septiembre. Estaremos atentos.

 

Mostrar comentarios