HRW pide a OIT que apruebe un tratado que proteja los derechos de trabajadores en cadenas de suministro globales

EUROPA PRESS

La organización ha considerado que la Conferencia Internacional del Trabajo, que congregará este lunes a representantes de Gobiernos, empresarios y trabajadores de todo el mundo, es una buena oportunidad para cambiar el sistema y garantizar un "trabajo digno".

HRW ha publicado un informe este lunes, titulado 'Los Derechos Humanos en las cadenas de suministro: un llamamiento a favor de una norma global vinculante sobre la debida diligencia', elaborado a raíz de dos décadas de investigaciones sobre trabajo infantil y otros abusos de derechos laborales, daño ambiental y violaciones de los derechos a la salud, la tierra, los alimentos y el agua, en el contexto de las cadenas de suministro globales.

"Millones de personas en todo el mundo sufren violaciones de derechos humanos debido a prácticas deficientes de las empresas y regulaciones laxas por parte de gobiernos", ha indicado la directora adjunta de Derechos del niño en HRW, Juliane Kippenberg. "Las normas jurídicamente vinculantes son la única manera realista de que las empresas no exploten a los trabajadores ni contribuyan a los abusos laborales", ha añadido.

El informe analiza un amplio repertorio de violaciones de Derechos Humanos en el contexto de las cadenas de suministro globales, como los abusos de derechos laborales y las tácticas antisindicales que perjudican a los trabajadores en fábricas textiles y de calzado, el trabajo infantil de riesgo en plantaciones de tabaco para compañías internacionales, abusos graves de los derechos laborales de trabajadores inmigrantes en el sector de la construcción y accidentes fatales de trabajadores de la minería artesanal que extraen oro destinado al mercado global.

450 MILLONES DE TRABAJADORES EN LAS CADENAS

HRW ha denunciado que los Gobiernos a menudo incumplen su obligación de preservar los Derechos Humanos, dado que no existe una reglamentación adecuada para la legislación comercial. Unos 450 millones de personas trabajan en cadenas de suministro en todo el mundo y, según ha observado HRW, las empresas no realizan controles suficientes en materia de Derechos Humanos, por lo que los abusos han proliferado.

HRW ha pedido a los delegados que participarán en la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra que allanen el camino para adoptar una nueva convención vinculante, mediante la cual los gobiernos exijan que las empresas cuenten con garantías en materia de Derechos Humanos o controles con suficiente diligencia en todas las instancias de sus cadenas de suministro globales.

La organización ha destacado que las empresas tienen la responsabilidad de efectuar inspecciones efectivas sobre aspectos relacionados con los Derechos Humanos y deben contribuir a que, cuando se produzcan abusos a pesar de esas medidas preventivas, las personas afectadas puedan acceder al resarcimiento correspondiente.

"Las normas sobre Derechos Humanos de cumplimiento voluntario no resultan suficientes para el sector empresarial", ha explicado Kippenberg. "Aunque algunas compañías aplican estas normas, otras no les dan importancia y se desentienden de la responsabilidad que les corresponde con respecto a los Derechos Humanos. La Conferencia Internacional del Trabajo es una oportunidad única para cambiar este sistema ineficaz de discrecionalidad absoluta", ha señalado.

LA LEGISLACIÓN VOLUNTARIA NO ES SUFICIENTE

Los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos, una norma internacional no vinculante que estipula las responsabilidades de las empresas relativas a Derechos Humanos, definen algunos elementos clave de la debida diligencia en esta materia.

Los Principios Rectores de la ONU disponen que las empresas deberían garantizar el respeto de los Derechos Humanos en sus propias actividades, así como también en sus relaciones comerciales con proveedores.

Estos principios representan un marco útil para orientar la actuación de las empresas responsables y su legitimidad es ampliamente aceptada pero la naturaleza voluntaria de la norma implica que no se penalice su incumplimiento.

Por ello, de acuerdo con HRW, una nueva norma internacional jurídicamente vinculante sobre debida diligencia en materia de Derechos Humanos en las cadenas de suministro globales podría contribuir a superar ese problema y debería formularse sobre la base de los Principios Rectores de la ONU.

La catástrofe de Rana Plaza ocurrida en abril de 2013 en Bangladesh puso en evidencia las condiciones laborales precarias y las violaciones de Derechos Humanos en el sector textil. Más de 1.100 trabajadores murieron y más de 2.000 resultaron heridos en el derrumbe del establecimiento Rana Plaza.

"La tragedia de Rana Plaza de 2013 dejó al descubierto las nefastas consecuencias de la ausencia de una regulación suficiente y el incumplimiento de las leyes laborales", ha expresado Kippenberg. "Se hace evidente la necesidad de una norma vinculante sobre Derechos Humanos en las cadenas de suministro de todo el mundo, para asegurar que las empresas cumplan con sus responsabilidades en este plano" ha destacado.

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