Peñalosa, el candidato verde colombiano, buen administrador y mal político

  • El experto en política urbana Enrique Peñalosa aspira a la Presidencia de Colombia como candidato de la Alianza Verde con el aval de haber sido uno de los mejores alcaldes de Bogotá, pero su ambigüedad política y lejanía de la realidad nacional le han hecho derrumbarse en las encuestas a última hora.

Ovidio Castro Medina

Bogotá, 20 may.- El experto en política urbana Enrique Peñalosa aspira a la Presidencia de Colombia como candidato de la Alianza Verde con el aval de haber sido uno de los mejores alcaldes de Bogotá, pero su ambigüedad política y lejanía de la realidad nacional le han hecho derrumbarse en las encuestas a última hora.

Los bogotanos le recuerdan por las buenas iniciativas que puso en marcha y que cambiaron el rostro de la ciudad: red de bibliotecas, decenas de kilómetros de ciclorrutas y jardines.

Y, sobre todo, por el Transmilenio, un sistema de autobuses articulados convertido en una exitosa experiencia de transporte masivo que ha sido ejemplo para otras capitales latinoamericanas, como Lima.

Peñalosa nació en Washington en 1954, cuando su padre, el político liberal y diplomático Enrique Peñalosa Camargo, trabajaba en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero renunció a la ciudadanía estadounidense para dedicarse a la política nacional.

Aunque cumplirá 60 años en septiembre próximo, aparenta bastantes menos: una jovialidad que acompaña su actitud ecologista y sus críticas a los políticos tradicionales.

Con un plan de gobierno basado en la educación y la lucha anticorrupción, pocos dudan de su honradez. Está obsesionado con la planificación urbana y se mueve por Bogotá en bicicleta, la que ha usado durante esta campaña para acercarse a los ciudadanos.

Dueño de una hoja de vida brillante, Peñalosa estudió Economía en la Universidad de Duke (Estados Unidos), hizo una maestría en el Instituto Internacional de Administración Pública de París y un doctorado en la Universidad de París.

Cuando regresó a Colombia se dedicó a la enseñanza y trabajó en el sector público, pero siempre le interesó la política y en 1990 fue elegido congresista por el Partido Liberal.

Buscó en 1994 ser alcalde de Bogotá sin éxito y lo logró cuatro años después. Cuando terminó su gestión volvió a vivir en el exterior y desde entonces no ha vuelto a ganar un solo cargo electo. Esta es la primera vez que se presenta a la Presidencia.

Las urnas le dieron la espalda cuando quiso ser alcalde en 2007 y 2011; además, intentó en 2010 ser candidato de los Verdes a la Presidencia.

Sin embargo, fue derrotado en la consulta interna por Antanas Mockus, otro exalcalde bogotano brillante que se quedó a las puertas de la Jefatura del Estado, derrotado por Juan Manuel Santos.

Paradójicamente, su buena fama de administrador ha corrido paralela a la de mal político y en ese sentido su peor error fue aceptar el apoyo del expresidente Álvaro Uribe en su campaña de 2011, lo que se tradujo en un rotundo fracaso frente al actual alcalde de Bogotá, el progresista y exguerrillero Gustavo Petro.

Esa ambigüedad política, reflejada en sus coqueteos con el derechista Uribe que contrastan con sus propuestas ecologistas y educativas, es una de las razones de los batacazos que le dan las encuestas en momentos decisivos.

La campaña actual es otro ejemplo, ya que llegó a estar segundo e hizo creer que iba a disputar la segunda vuelta con el presidente Santos, pero a días de las elecciones del 25 de mayo es el último de la fila con solo un 9,4 % de la intención de voto.

Otro error en esta campaña ha podido ser subestimar a las regiones y al campo colombiano, al considerar que el suyo es un país "urbano" y justificar en ese supuesto la falta de interés de los ciudadanos por resolver el conflicto armado que se prolonga desde hace 50 años y que -a su juicio- es un "problema rural".

Por eso, muchos colombianos dicen, con ironía, que Peñalosa es un político para países como Suecia o Noruega, pero no para Colombia, cargado de problemas, conflictos y desigualdad.

Casado con Liliana Sánchez y padre de dos hijos, Renata y Martín, Peñalosa ha elegido como compañera de fórmula y candidata a la Vicepresidencia a Isabel Segovia, la que fuera viceministra de Educación durante el Gobierno de Uribe y consultora del Banco Mundial.

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