Tribunal confía en una votación con huella dactilar sin problemas en Brasil

Río de Janeiro, 20 oct.- El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil espera que el domingo, cuando los electores acudirán a las urnas para elegir al presidente del país en segunda vuelta, los votantes no enfrenten tantos problemas con el sistema de voto por reconocimiento de huella dactilar como en la primera ronda.

La eficacia del sistema de votación con huella dactilar fue del 91,5 % en la primera vuelta y la previsión es que ese porcentaje se ubique por encima del 95 % en el balotaje, afirmó hoy el secretario de Tecnología de la Información del TSE, Giuseppe Janino, citado por la oficial Agencia Brasil.

El sistema de identificación de votantes con huella dactilar causó retrasos y molestias al electorado en algunas ciudades durante la primera vuelta, el 5 de octubre pasado, debido a problemas técnicos y a la falta de familiaridad de los votantes con el sistema.

Según el tribunal, además de las fallas técnicas, algunos de los encargados de orientar a los votantes sobre el uso de este tipo de urnas en los colegios electorales no realizaron su trabajo de forma eficiente, lo que también causó disgusto en los votantes.

Estos problemas provocaron retrasos en varios colegios electorales de Brasil, en los cuales se registraron filas para votar de hasta dos horas.

Para evitar que se reproduzcan estos inconvenientes en la segunda vuelta, el TSE reparó cerca de mil lectores de este tipo de urnas y envió técnicos especializados para orientar a los encargados de las mesas electorales.

"Alrededor del 7 % de las urnas presentaron un mal funcionamiento del lector que hace el análisis de la huella dactilar. Ya las hemos identificado y las estamos reparando. Deben estar listas esta semana", dijo Janino.

El sistema conocido en Brasil como "biométrico" fue utilizado en 764 municipios brasileños, en los cuales estaban llamados a votar 21 millones de ciudadanos, un 15 % del electorado del país.

Estas son las segundas elecciones en las que se usa el reconocimiento de huella dactilar, con el que las autoridades pretenden aumentar la seguridad del voto.

Desde hace 18 años, Brasil usa urnas electrónicas, lo que permite que el resultado de las elecciones se conozca en un plazo de pocas horas.