Benedicto XVI remite tras su llegada a las raíces cristianas del pueblo checo

  • Praga.- Benedicto XVI llegó hoy a la República Checa para un viaje pastoral de tres días, y aludió en su discurso inaugural en el aeropuerto de Praga-Ruzyne a las raíces cristianas del pueblo checo, fuertemente secularizado por los cataclismos del siglo XX.

Benedicto XVI llegó a Praga en su visita pastoral a la República Checa
Benedicto XVI llegó a Praga en su visita pastoral a la República Checa

Praga.- Benedicto XVI llegó hoy a la República Checa para un viaje pastoral de tres días, y aludió en su discurso inaugural en el aeropuerto de Praga-Ruzyne a las raíces cristianas del pueblo checo, fuertemente secularizado por los cataclismos del siglo XX.

Josef Ratzinger comenzó su breve alocución inicial en checo, lo que desencadenó los aplausos del público asistente, incluido el jefe del Estado y anfitrión, Vaclav Klaus.

"Tengo gran alegría de poder estar hoy en la República Checa, y os estoy muy agradecido por vuestra cariñosa bienvenida", dijo en lengua local, para proseguir luego en inglés.

"Estoy conmovido de cómo la cultura checa está profundamente penetrada por el cristianismo", dijo tras recibir minutos antes de unos jóvenes en atuendos tradicionales los signos de hospitalidad checa: el pan y la sal.

"Son cosas que se entregaban ya en el Antiguo Testamento", comentó al respecto.

El Papa pasó a continuación a glosar la tradición de los patronos de Europa San Cirilo y San Metodio, que evangelizaron estos territorios checos en el siglo XX.

"Fueron los primeros misioneros eslavos, que vinieron precisamente a vosotros -recordó-, y por ello los veneramos como patronos de Europa".

Ratzinger aludió a que "es muy importante para la Iglesia de Bohemia y Moravia" que aquí se puedan reunir el arzobispo de Praga, cardenal Miloslav Vlk, y Jan Graubner, presidente de la Conferencia Episcopal checa y arzobispo de Olomouc, añadió Benedicto XVI, haciendo eco al llamamiento a la unidad, que será uno de los lemas de esta visita pastoral.

"En este año celebramos el veinte aniversario de la Revolución de Terciopelo, que finalizó una dura etapa de este país, cuando la vida religiosa fue duramente controlada. Les felicito por este aniversario", señaló Benedicto XVI.

El Papa valoró el sentido de ese acontecimiento, que volvió a unir Europa, como "una fecha señalada en términos mundiales, cuando se renovó la concepción de las naciones libres".

"Pero el efecto de la opresión no puede minusvalorarse", por las consecuencias que ha tenido, recordó, sin embargo, el obispo de Roma.

"Fue un intento de acallar a la iglesia", aunque la tradición que iniciaron aquí los santos Wencerlao, Adalberto, Juan Nepomuceno hicieron que "su voz sonara más alto que nunca", añadió.

El Papa recordó también a algunas personalidades checas la cultura, como el botánico Gregorio Mendel, monje agustino que trabajó en Brno.

"Vuestro país es una encrucijada entre el norte y el sur, del este y oeste, donde se encuentran diferentes tradiciones y culturas", apostilló.

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