La Iglesia católica chilena pide perdón por los casos de pederastia

  • Santiago de Chile.- La Iglesia católica chilena pidió hoy perdón por los casos de abusos sexuales a menores por parte de varios sacerdotes y una monja, y reconoció que no siempre ha reaccionado "con prontitud y eficacia ante las denuncias".

Santiago de Chile.- La Iglesia católica chilena pidió hoy perdón por los casos de abusos sexuales a menores por parte de varios sacerdotes y una monja, y reconoció que no siempre ha reaccionado "con prontitud y eficacia ante las denuncias".

"Reconocemos que no siempre hemos reaccionado con prontitud y eficacia ante las denuncias", expresa un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) tras celebrar su reunión plenaria anual en la localidad de Punta de Tralca.

Los obispos dicen que han reflexionado sobre el "crítico escenario" que vive la Iglesia católica chilena tras el fallo del Vaticano contra el influyente sacerdote Fernando Karadima, hallado culpable de abusos sexuales y condenado en un juicio canónico a una vida de oración y penitencia.

La Conferencia Episcopal agradece la "prontitud" con la que la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió esa resolución y recuerda que ésta se basó en la documentación enviada por el arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz.

Recientemente, una víctima de Karadima acusó a Errázuriz de encubrir los presuntos abusos cometidos por el párroco, que ha formado a cinco obispos.

Cuatro de ellos reconocieron el jueves la culpabilidad de Karadima y rechazaron "cualquier actitud impropia de un consagrado".

"Nos duele y preocupa que otros consagrados estén siendo involucrados en presuntos abusos a menores", añade hoy la CECh, que insiste en que "quienes abusan de niños y jóvenes no tienen lugar en el sacerdocio".

Los obispos expresan su "profundo dolor" por estos hechos, que, añaden, constituyen una de "las situaciones más repudiables en la vida y el ministerio de un sacerdote", y manifiestan su "cercanía y solidaridad" con las víctimas y sus familias, a los que piden perdón y ofrecen apoyo.

La Conferencia Episcopal también exhorta a los religiosos implicados en estos delitos "a hacer un examen de conciencia personal y a responder de sus actos", al tiempo que se compromete a "perfeccionar la selección y formación de los candidatos al sacerdocio".

Además, para afrontar este tipo de delitos "aberrantes", anuncia que ha modificado ya un protocolo elaborado en 2003 en el que se establecen los procedimientos del obispo y del promotor de justicia ante denuncias de abusos, conforme a la normativa del Vaticano.

Informa también de la conformación de un organismo de la CECh que dirija sus políticas de prevención de abusos sexuales y ayude a las víctimas.

Esto irá acompañado de la implementación de programas que ofrezcan atención psicológica y espiritual a las víctimas y que capaciten a "agentes pastorales" para responder ante signos de abusos de un menor.

En abril de 2010, la Iglesia católica chilena expresó por primera vez en la historia un mea culpa por los casos de pederastia, aunque ha sido en las últimas semanas cuando se han destapado nuevas denuncias que han causado inquietud y sorpresa en la sociedad.

Tras el fallo del Vaticano, los tribunales civiles han reabierto la investigación sobre los presuntos abusos cometidos por Karadima.

Además, la Justicia ha emprendido una investigación a raíz de las denuncias de dos antiguas alumnas contra la monja Isabel Lagos, exmadre superiora de la congregación Santa Úrsula, por presuntos abusos sexuales cometidos hace más de veinte años.

La Fiscalía de la ciudad chilena de Curicó también indaga un presunto caso de abusos sexuales cometidos por un sacerdote católico contra un adolescente de 16 años, alumno de un colegio donde impartía clases de religión.

Por otra parte, un tribunal chileno condenó en marzo a tres años y un día de prisión, con el beneficio de la libertad vigilada, al exsacerdote de la localidad de Limache por incitar a un menor a prostituirse.

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