Los cinco trabajos de Hércules que le tocarán al nuevo Papa

    • Expertos de prestigiosas facultades españolas explican cuáles son las misiones más importantes de la Iglesia Católica
    • No suponen una ruptura, sino el desarrollo de un camino abierto en pontificados precedentes, sobre todo con Benedicto XVI
Al nuevo Papa de la Iglesia Católica le esperan retos de gran profundidad
Al nuevo Papa de la Iglesia Católica le esperan retos de gran profundidad

Ningún pontificado rompe con la línea del anterior, pero todos anticipan retos para el siguiente. Lainformacion.com ha consultado con teólogos y conocedores de la vida eclesial; ellos han perfilado los cinco grandes retos que afronta la Iglesia Católica con el nuevo papado.1. Mejorar la cantidad y el compromiso de los sacerdotes

La Iglesia necesita ampliar el número y la preparación de su clero, tanto diocesano como de las órdenes religiosas. "Los curas no pueden estar aislados ni dar la impresión de ser una casta distinta", afirma Alfredo Verdoy, de la Facultad Pontificia Comillas: "hay que mejorar su formación teológica en un clima de entendimiento positivo con el resto del mundo". El teólogo de la Universidad de Navarra César Izquierdo recuerda la responsabilidad de los obispos en esta cuestión: "el Papa necesita colaboradores leales y capaces junto a él, y obispos que sean buenos maestros en sus diócesis". Los sacerdotes seguirán siendo una pieza fundamental en la vida de la Iglesia. Es por tanto una tarea prioritaria mejorar su selección, su formación académica y nunca despreocuparse de su crecimiento espiritual. Todo ello servirá para impulsar la vida de la Iglesia y evitar los escándalos que tanto han dañado su imagen.2. Aumentar la participación de los laicos en la vida de la Iglesia

La Iglesia no es "un asunto de curas". Hay aspectos de gobierno, sobre todo de tipo administrativo, que los laicos -hombres y mujeres- pueden asumir con total competencia. "La vocaciones religiosas y sacerdotales disminuyen; los laicos deben asumir responsabilidades desde su propia vocación y llevarlas adelante", señada Verdoy. Hay que adaptarse a los tiempos complicados con la misma naturalidad que ha mostrado Benedicto XVI. Para el teólogo granadino Ildefonso Camacho, "la renuncia del Papa tiene un importante valor como signo de normalidad. Cuando el Papa dice "no tengo fuerzas", emplea un lenguaje que ha resultado más expresivo para el mundo que miles de documentos". Con mensajes como éste, según Camacho, se entiende muy bien la importancia de que los laicos también participen en la conducción de la Iglesia.3. Recuperar la "experiencia religiosa" a través de la oración y la práctica de los sacramentos

El cristianismo sociológico, tan evidente en países como España, debe convertirse en la "experiencia religiosa personal", en palabras del profesor Verdoy. O como señala César Izquierdo, "hay que recuperar el ánimo de la fe, la alegría de ser católico". No puede transformarse la realidad que nos rodea si previamente no se ha producido una transformación personal, que en la Iglesia se concreta en la práctica de la oración y los sacramentos. La Iglesia no mejora sin que cada cristiano que dice serlo vaya a misa, se confiese, rece, sea consciente de qué significa eso y no lo oculte, "como si fuera algo vergonzante". José Francisco Serrano, del CEU San Pablo, lo resume en tres palabras sencillas: "volver a Dios".4. Luchar por la justicia en el mundo

Una experiencia religiosa necesariamente deriva en la práctica de la justicia social y la denuncia de las estructuras deshonestas. Los pobres, los excluidos y los débiles (entre ellos los no nacidos) seguirán siendo objetivo prioritario de la Iglesia. "No es misión de la jerarquía eclesiástica intervenir en la vida política, pero los fieles laicos sí deben tratar de cambiar las estructuras de la sociedad", recuerda Camacho. En la misma línea, el profesor Izquierdo puntualiza que esta transformación de la sociedad puede ser llevada a cabo por cada cristiano "en su propio lugar de trabajo, viviendo virtudes humanas como la laboriosidad, la generosidad, el buen humor, la honradez... así se lleva también la luz del Evangelio, más que con grandes discursos espirituales"5. Dialogar con la Modernidad, la Ciencia y otras confesiones.

La Iglesia no puede estar cerrada al exterior. Debe recuperar el contacto con los creyentes que han perdido la fe, mostrar su compatibilidad con el mundo de la ciencia y mantener un diálogo constante con otras confesiones religiosas. José Francisco Serrano señala dos países de gran importancia para el futuro, pero de escasa presencia cristiana: India y China. Son los nuevos "territorios de misión para la Iglesia del siglo XXI, y en ambos lugares existen hostilidades, aunque por distintos motivos". No obstante, concluye Izquierdo, la misión apostólica del cristiano "empieza por su propia casa, porque las fronteras de la misión también están en el Occidente desarrollado, pero descreído".

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Fuentes: Para este análisis, se han consultado profesores deFacultad de Teología de la Universidad de GranadaFacultad de Teología de laPontificia Universidad de ComillasFacultad de Teologíade la Universidad de NavarraFacultad de Ciencias de la Información del CEU San Pablo

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