Los mormones, a un paso de la Casa Blanca

  • Neutrales en campaña electoral, aunque no indiferentes al resultado, los mormones esperan expectantes conocer el nombre del nuevo presidente de EE.UU., que por primera vez en la historia del país podría situar a uno de sus miembros, Mitt Romney, en el despacho oval.

Fernando Mexía

Salt Lake City (EE.UU.), 5 nov.- Neutrales en campaña electoral, aunque no indiferentes al resultado, los mormones esperan expectantes conocer el nombre del nuevo presidente de EE.UU., que por primera vez en la historia del país podría situar a uno de sus miembros, Mitt Romney, en el despacho oval.

Oficialmente, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como se denomina esta confesión religiosa, tiene una política de no inmiscuirse en elecciones, ni apoyar candidaturas, una posición que también ha mantenido de cara a los comicios del martes.

"Tenemos fieles situados a los dos lados del espectro político", explicó a Efe el responsable de comunicación de la iglesia mormona, Eric D. Hawkins, quien aseguró que no han tenido contactos con la campaña de Romney, y citó al senador demócrata Harry Reid como ejemplo de diversidad ideológica en el seno de su iglesia.

"Animamos a nuestros miembros a que participen y elijan a las personas que representen las mejores ideas de gobierno, que sean activos en sus comunidades, pero no decimos a quién votar", apuntó Hawkins.

Bien es cierto que las creencias mormonas, apegadas a la tradición, la Biblia y su sagrado Libro de Mormón, casan con un marco de pensamiento muy conservador, próximo a los ideales del Partido Republicano.

Los mormones hacen de la religión un modo de vida diario, "no algo solo de los domingos", como explicó Hawkins, donde la familia es un pilar fundamental y se oponen al aborto y a la homosexualidad, una condición que consideran pecaminosa y que les ha conllevado muchas críticas en EE.UU.

Es en asuntos "morales o sociales", según Hawkins, donde esa iglesia abandona su neutralidad para defender la causa que consideran más justa, aunque insisten en que no tratan de influir en los políticos "de forma muy directa".

Romney ha procurado mantener su fe al margen de la campaña, sabedor de que puede despertar suspicacias en parte del electorado que desconfía de una religión acusada de poligamia (costumbre que la iglesia desterró en 1890), afanada en evangelizar y diferente al protestantismo generalizado en el país.

El candidato republicano sí que ha manifestado que su religión no guiará sus decisiones si es elegido presidente, a pesar de que en 1981 fue consagrado como obispo mormón en Boston y en su juventud fue misionero en Francia.

En Salt Lake City, capital de Utah, tercer estado más conservador de EE.UU. por detrás de Wyoming y Misisipi, y epicentro de la fe mormona, se ve con buenos ojos el ascenso de Romney.

"Contribuye a que la gente quiera saber más de la iglesia mormona", afirmó Hawkins, quien indicó que desde los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 celebrados en Salt Lake City, la percepción que existe de su comunidad religiosa ha ido mejorando.

"La conversación cambió de hablar sobre qué es lo que no somos para hablar de quiénes somos", aclaró ese portavoz mormón.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha afanado durante los últimos años en ser más accesible a los medios de comunicación y rechaza ser una institución "secreta".

Ha lanzado campañas como "I Am Mormon" que entre octubre de 2011 y abril de 2012 llenó de carteles promocionales las calles de grandes urbes del país.

"'I Am Mormon' permitió que la gente supiera más de nosotros y que conociera a la gente que está detrás de la iglesia", declaró Hawkins.

Mormones famosos son Stephenie Meyer, autora de la saga "Twilight", el cantante del grupo The Killers, Brandon Flowers o la actriz Katherine Heigl, quien se crió como mormona.

Esa religión también ha sido objeto de una sátira musical recientemente, "The Book of Mormon", algo que para Hawkins es consecuencia de tener una mayor presencia en la cultura popular.

"Tenemos que tomarnos esto como una parte de ser cada vez más conocido. Cuando esto pasa, pues no se le presta mucha atención", apuntó.

La fe mormona es un fenómeno en crecimiento y cuenta con alrededor de 14,5 millones de fieles en todo el mundo, 8,5 millones de ellos fuera de EE.UU., con presencia en 170 países y más de un 1 millón de miembros en Brasil y México.

En los últimos 15 años, se han construido más de un centenar de templos y otros cuarenta están en proyecto.

Esta iglesia se fundó en la primera mitad del siglo XIX con la predicación del visionario Joseph Smith, y se implantó en Utah, una zona árida y poco poblada, para huir de quienes los perseguían por sus creencias.

Los mormones siguen la Biblia y el libro de Mormón (la "transcripción" de la palabra de Dios por parte de Smith), así como el ejemplo de Jesucristo. Creen que Dios habla directamente y responde a los hombres y tienen un profeta y un grupo de apóstoles que velan por la fe.

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