Lepe, donde la nieve cae en Navidad aunque tenga la playa a cuatro kilómetros

  • Cada Navidad, desde el año 2006, nieva en Lepe, lo que no debería ser noticia si no fuera porque este pueblo de la costa de Huelva se encuentra a tan solo cuatro kilómetros de su playa de La Antilla, y los termómetros, incluso en invierno, rara vez bajan de los 10 grados centígrados.

Fermín Cabanillas

Lepe (Huelva), 5 dic.- Cada Navidad, desde el año 2006, nieva en Lepe, lo que no debería ser noticia si no fuera porque este pueblo de la costa de Huelva se encuentra a tan solo cuatro kilómetros de su playa de La Antilla, y los termómetros, incluso en invierno, rara vez bajan de los 10 grados centígrados.

Y es que en este municipio hace ya algún tiempo que decidieron que el turismo tenía que llegar por cosas que se saliesen de la norma, por eso su delegación de festejos tuvo una idea en 2006 que ha hecho que sus calles se llenen de gente para ver un fenómeno que, en realidad, es fruto de un producto químico lanzado desde dos toberas en su zona centro, pero que, sobre todo para los más pequeños, es lo más parecido a una nevada que muchos han visto.

No obstante, la idea ha ido evolucionando, ya que en 2006, cuando se comenzó a realizar, tan solo había un pequeño cañón que expulsaba nieve desde el balcón del Ayuntamiento, y unas pocas personas acudieron ese día a la llamada, sobre todo porque la lluvia se empeñó en mezclarse con la nieve.

Pero al día siguiente, el Ayuntamiento tuvo incluso que cortar el tráfico en la zona centro del municipio, visto el éxito de la iniciativa, y el entonces alcalde, Manuel Andrés González, ya hablaba de que unas 4.000 personas habían acudido a la llamada de la "nieve artificial" lepera.

Esta tarde se ha vuelto a repetir la estampa en la Plaza de España, aunque el cañón original desde la fachada del Ayuntamiento ya pasó hace años a la historia y, en su lugar, lo que hay son dos columnas de unos diez metros de alto donde se colocan los técnicos para fabricar la ilusión de la nieve.

El espectáculo dura poco más de 15 minutos, y es algo que va subiendo de intensidad, igual que la música que acompaña a la caída de la nieve, aunque esta tarde, con poco más de 9 grados, la impresión era de que, efectivamente, se estaban en medio de una estación de esquí, y no en un pueblo de la costa occidental onubense, donde a mediodía se podía pasear en manga corta por la playa.

Pero ¿qué tiene de especial un producto que imita a la nieve para que miles de personas se reúnan cada tarde de las fiestas navideñas e incluso lleguen a Lepe medios de comunicación de Estados Unidos? En realidad, en el Ayuntamiento tienen claro que el nombre de la localidad atrae ya de por sí, "y si se hace algo original, se consigue que en el pueblo se mueva el comercio de una forma que era desconocida hasta hace poco".

Y es que el Ayuntamiento lepero está empeñado en que la originalidad de la Navidad siga llenando sus calles, y por eso el año nuevo llega un día antes, con una Nochevieja adelantada que ya es costumbre en la localidad que se celebre la noche del 30 de diciembre, e incluso los Reyes Magos llegan la noche del 4 de enero, no al día siguiente, porque en Lepe todo lo que huele a Navidad es distinto, y el turismo y el comercio local lo agradecen. EFE

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