El Papa Benedicto XVI: "He renunciado con plena libertad por el bien de la Iglesia"

    • El sumo pontífice ha hecho su primera aparcición tras anunciar su renuncia el pasado lunes
    • Ha pedido a los asistentes que recen por él, por la Iglesia y por el nuevo Papa
El Papa pide apoyo tras su decisión de renunciar
El Papa pide apoyo tras su decisión de renunciar
lainformacion.com

Recibido entre aplausos y vítores, Benedicto XVI ha celebrado esta mañana su penúltima audiencia general. En su primera aparición pública tras anunciar su renuncia al Papado el pontífice ha centrado su intervención en el tema de "Las tentaciones de Jesús y la conversión por el Reino de los Cielos".

Antes de comenzar, Ratzinger ha afirmado que ha renunciado "con plena libertad" y ha pedido a los asistentes a la audiencia que recen tanto por él como por el futuro Papa. La petición ha sido recibida con aplausos.

"Queridos hermanos y hermandas, como sabéis he decidido renunciar al ministerio que el Señor me había encomendado el 19 de abril de 2005. He renunciado com plenta libertad por el bien de la Iglesia, después de haber rezado mucho y haber examinado mi conciencia ante Dios, conociendo bien la gravedad de tal acto, pero también consciente de que no estaba más en grado de poder desarrollar la tarea de Pedro con la fortaleza que ésta requiere", ha afirmado ante unos diez mil fieles que abarrotan el Aula Pablo VI del Vaticano.

"He sentido casi físicamente, en estos días para mí nada fáciles, el amor que portáis. Continuad rezando por mí, por la Iglesia, por el futuro Papa, el Señor os guiará", ha afirmado Ratzinger. "Me sostiene y me ilumina la certeza de que la Iglesia es de Cristo, quien no hará faltar sus guías y su cuidado. Doy las gracias a todos por el amor y las oraciones con las que me habéis acompañado".

En ese momento, el Sumo Pontífice ha sido interrumpido por un largo aplauso al que Benedicto XVI ha respondido dando las gracias a los fieles por su "simpatía".

Ratzinger ha dedicado su catequesis mostrándose contrario una vez más al aborto, la eutanasia o la manipulación genética. "Son muchas las pruebas a las que la sociedad actual expone al cristianismo. No es fácil ser fiel al matrimonio cristiano, practicar la misericordia en la vida cotidiana, dejar espacio a la oración o al silencio interior; no es fácil oponerse públicamente a elecciones que muchos consideran obvias, tales como el aborto en el caso de embarazo no deseado, la eutanasia en el caso de grave enfermedad, o la selección de los embriones para prevenir enfermedades hereditarias. La tentación de dejar de lado la propia fe está siempre presente, la conversión se convierte en una respuesta a Dios que se debe confirmar más veces en la vida".

"Es en el desierto donde Jesús se retira, el lugar del silencio, de la pobreza, donde el hombre es privado de los apoyos materiales y se encuentra de frente a las preguntas fundamentales de la existencia, donde es estimulado para llegar a lo esencial y es precisamente por ello que le resulta más fácil encontrar a Dios", ha recordado el Papa. "Pero el desierto es también el lugar de la muerte, porque donde no hay agua no hay tampoco vida, es el lugar de la soledad, donde el hombre siente las tentaciones más intensas. Jesús va al desierto y allí sufrió la tentación de dejar la vía indicada por Dios Padre para seguir otros caminos más fáciles y mundanos. Reflexionar en torno a las tentaciones a las que es sometido Jesús en el desierto es una invitación para cada uno de nosotros a responder a una pregunta fundamental: ¿qué cuenta de verdad en la vida?".

"En este tiempo de Cuaresma, en el año de la fe, renovamos nuestro empeño en el camino de la conversión por superar la tendencia de cerrarnos en nosotros mismos y para hacer, sin embargo, espacio a Dios, mirando con sus ojos la realidad cotidiana", ha continuado Ratzinger. "Convertirse, significa no cerrarse a la búsqueda del propio éxito, del propio prestigio, de la propia posición, para conseguir que cada día, las pequeñas cosas, la verdad, la fe en Dios y el amor lleguen a ser la cosa más importante"

Al término de su catequesis el Papa ha sido homenajeado con un caluroso aplauso y ha procedido a dirigirse a los asistentes en otras lenguas. Lo ha hecho también en español, refiriéndose al miércoles de ceniza como un "día de especial esfuerzo en nuestro camino espiritual".

En la plaza de San Pedro, miles de personas se mantenían a la espera de poder entrar en la Basílica de San Pedro del Vaticano. El Papa se ha referido también a ellos, dándoles las gracias por su asistencia y ha enumerado los diversos grupos que se encontraban en la plaza. El Sumo Pontífice ha procedido al rezo del Padre Nuestro.

La numerosa afluencia de fieles ha hecho que el Vaticano traslade la celebración del rito del Miércoles de Ceniza, que tendrá lugar este miércoles a las 17.00 horas y será el último presidido por el Papa, a la Basílica de San Pedro, según ha explicado el jefe de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi. De este modo, el Pontífice presidirá el tradicional rito del miércoles de ceniza con la procesión penitencial, la Santa Misa, la bendición y la imposición de las cenizas, en la Basílica de San Pedro y no como los años pasados de su pontificado que habían sido realizados en la Iglesia de San Anselmo y en la Basílica de Santa Sabina en la colina del Aventino de Roma, según ha informado la oficina de celebraciones litúrgicas.

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