Los lefebvrianos agradecen a Benedicto XVI su "valentía" al tenderles puentes

  • La tradicionalista y cismática Fraternidad Sacerdotal San Pío X, los ultraconservadores lefebvrianos, agradecieron hoy a Benedicto XVI su disposición al diálogo a pesar de sus diferencias doctrinales.

Berlín, 11 feb.- La tradicionalista y cismática Fraternidad Sacerdotal San Pío X, los ultraconservadores lefebvrianos, agradecieron hoy a Benedicto XVI su disposición al diálogo a pesar de sus diferencias doctrinales.

En un comunicado difundido a raíz del anuncio de la abdicación del papa, la hermandad destacó la "valentía" con la que Joseph Ratzinger ha buscado acercarse a ellos, que se separaron de Roma hace tres décadas por no aceptar el concilio Vaticano II.

"A pesar de todas las diferencias, el papa enfatizó siempre la conexión entre Roma y la Fraternidad", destacó la nota del grupo religioso que desde hace tres años, por iniciativa de Benedicto XVI, negocia con el Vaticano su vuelta a la iglesia Católica.

Los intentos de acercamiento a los lefebvrianos por parte del papa desataron la polémica dentro de la jerarquía eclesiástica y las críticas desde algunos sectores de la iglesia.

A esto hicieron referencia en su comunicado los miembros de la Fraternidad, que reconocieron la persistencia del pontífice en este asuntos, por el que "se vio obligado a justificarse ante los obispos del mundo".

Los lefebvrianos surgieron en 1969, cuando el arzobispo francés Marcial Lefebvre (1905-1991) creó la Fraternidad San Pío X, asociación tradicionalista que rechaza frontalmente el Concilio Vaticano II -al que considera una "herejía"- y las "destructivas" reformas surgidas del mismo.

Este grupo, que defiende a ultranza el rito preconciliar, desató un cisma en la Iglesia Católica en 1988, cuando Lefebvre ordenó sin permiso de Juan Pablo II a cuatro obispos, entre ellos al negacionista del holocausto judío Richard Williamson.

Los lefebvrianos consideran una condición "irrenunciable" para volver al redil de Roma poder criticar públicamente "los errores" del Concilio Vaticano II y a sus autores, y que el Vaticano lo acepte.

Mostrar comentarios