La gripe ha golpeado con tal fuerza en España este año que alcanza la categoría de epidemia. Su tasa de incidencia en la segunda semana del año, del 9 al 15 de enero, ha alcanzado la mareante cifra de 220,5 casos por 100.000 habitantes. En la primera semana se registraron 174,5 casos.
En esta tesitura, los enfermos de gripe que convalecen de su enfermedad se preguntan si pueden recaer del mismo mal. Hay que hacer constar que la gripe, lejos de remitir, continúa extendiéndose por todo el país.
Ante la duda, los médicos recuerdan que los virus que provocan el resfriado o la gripe pueden cambiar. Eso significa que una persona puede enfermarse de un virus de gripe, contagiar a compañeros de trabajo, familiares o personas aledañas y luego, pasados unos días y habiéndose ya curado del primer proceso gripal, volver a contagiarse de aquellos a quienes transmitió el virus días atrás.
Cierto es que esta ‘venganza del contagiado’ no suele ocurrir el mismo año, pero puede ocurrir si no se toman las elementales medidas de prevención. Los médicos recuerdan la importancia, sobre todo en estos momentos, de lavarse las manos con frecuencia o evitar compartir objetos con personas que puedan estar infectadas. Las personas encuadradas en grupos de riesgo, como niños a partir de los 6 meses de edad, profesionales sanitarios y personas de más de 65 años.
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De momento, las autoridades han calificado de “medio” el nivel de intensidad de la gripe, pero advierten que sigue en ascenso. El tipo de virus que predomina de momento es A. Los expertos creen que no hemos tocado el techo de la epidemia, que ya se ha cobrado 103 vidas, y calculan que a principios de febrero se llegue al mayor número de casos infectados.
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