Así afecta el ruido a tu salud

En España cerca de 9 millones de personas soportan niveles de ruido superiores a los 65 decibelios (dB) recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el horario diurno, según el último Informe de Ruido y Salud DKV-GAES.

Además, el concello de Vigo es, proporcionalmente, la ciudad con más de 100.000 habitantes más ruidosa de España. El 53,6% de la población está expuesto a un nivel de ruido superior a lo recomendado por la OMS para el día y el 71% a lo recomendado por la noche.

Pero, ¿qué problemas de salud acarrea vivir con un ruido constante?Pérdida de audición

La exposición continua a altos niveles de ruido tiene una relación directa con la pérdida de audición. Un 5 y un 10% de las personas que escuchan música con auriculares pueden adelantar 20 años la aparición de problemas auditivos.Provoca insomnio

Durante la noche se piden niveles de ruido inferiores, sobre los 30dB, para garantizar el silencio necesario para el descanso. Si el ruido no nos deja dormir se alteran los ciclos y la profundidad del sueño, y el descanso disminuye provocando depresión así como úlceras gastroduodenales.Problemas cardiacos

Los altos niveles de ruido provocan que nuestro organismo reaccione activando las respuestas hormonales nerviosas y causando un aumento de la tensión arterial, la frecuencia cardíaca, la vasoconstricción y que la sangre se vuelva más espesa.

Igualmente, tiene como consecuencia cambios en el sistema endocrino y nervioso que afectan al sistema circulatorio.Causa estrés

El ruido elevado afecta a nuestra capacidad de atención, nos genera estrés, nerviosismo o irritabilidad, también puede provocar trastornos del aprendizaje de la memoria, disminuye la motivación e incrementa la agresividad.Niños son más vulnerables

Los niños son más vulnerables que los adultos a padecer los efectos del ruido. Aquellos que viven en hogares ruidosos suelen presentar un menor desarrollo cognitivo, del lenguaje y presentan peor comprensión lectora.

Además, puede alterar la salud del feto e incluso del recién nacido, provocando pérdida auditiva o retraso en el crecimiento, si la madre ha estado expuesta a ruido crónico durante el embarazo.