Disminuir el consumo de sal y aumentar la hidratación es clave para evitar cálculos renales en verano, según un experto

  • Los cálculos renales son producto de un desequilibrio en la cristalización de las sales minerales presentes en la orina, y para evitar que aparezcan en verano es recomendable disminuir la cantidad de sal en la dieta y aumentar el volumen diario de líquido, según el urólogo en el Instituto de Urología Avanzada (ICUA) de Clínica Cemtro y jefe del servicio de Urología del Hospital de Torrejón de Madrid, Luis Llanes.
Disminuir el consumo de sal y aumentar la hidratación es clave para evitar cálculos renales en verano, según un experto
Disminuir el consumo de sal y aumentar la hidratación es clave para evitar cálculos renales en verano, según un experto
EUROPA PRESS
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A más calor, y debido a los mecanismos de termoregulación, es "más fácil" que la orina se concentre al extraer parte de su agua, por lo que la hidratación es una de las claves, no solo para evitar el colífico nefrítico, sino también para impedir que comience el proceso de formación de piedras. "Primero aparece arena, después las piedras van surgiendo silenciosamente hasta que, al final, acaban obstruyendo las vías urinarias -bajan desde el riñón hasta la vejiga por el uréter-, dando lugar al temido cólico nefrítico", ha explicado el doctor.

Por ello, la recomendación para el verano, y en general para el resto del año, es estar "siempre lo suficientemente" hidratado, para así tener la orina lo suficientemente diluida y evitar la precipitación de sales cálcicas. En este sentido, el especialista ha recomendado, más que un volumen de ingesta líquida, un volumen de diuresis (producción de orina) superior a los 1500 cc/día, "y esto se consigue con diferentes cantidades de líquidos ingeridos".

En el caso de establecer otro tipo de medidas, se hará en función del perfil de cada paciente, aunque, por lo general, se recomienda una dieta variada, baja en sal y carnes rojas.

CALCIO EN LA ORINA

Por otro lado, el 70 por ciento de los cálculos renales en la orina son de calcio, por lo que se recomienda mantener una buena salud ósea consumiendo la cantidad diaria recomendada de 1000 miligramos al día en hombres y mujeres premenopáusicas, y los 1200 miligramos al día de mujeres postmenopaúsicas y varones mayores de 70 años; así como evitar en lo posible los suplementos.

Esto es así ya que, "paradójicamente", a pesar de que una ingesta alta de calcio en los enfermos con piedras aumenta el calcio urinario, este consumo también produce una reducción de la eliminación urinaria del oxalato (la otra parte de los cálculos) porque ambos se unen en el intestino y se eliminan.

Sin embargo, si los controles dietéticos no fueran suficientes, habría que recurrir a la medicación y, por último, a la intervención cuando los cálculos producen síntomas de dolor, infección o sangre en la orina, o cuando alcanzan cierto tamaño. Este puede variar dependiendo de su localización en el riñón o en el uréter, lo que va a dificultar su expulsión espontánea o producir un deterioro del riñón afectado.

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