MÉDICOS SIN FRONTERAS CIERRA SU ATENCIÓN AL ÉBOLA EN ÁFRICA OCCIDENTAL

Médicos Sin Fronteras (MSF) señaló este lunes que cierra sus últimos proyectos dedicados a atender a supervivientes de ébola en África occidental, después de que la epidemia infectara a más de 28.700 personas y se cobrara la vida de más de 11.300 en Guinea, Liberia y Sierra Leona con un impactante coste humano “agravado por la dolorosamente lenta respuesta internacional”.
Esta organización indicó que el ébola destruyó familias enteras, devastó decenas de comunidades, provocó el cierre de escuelas, paralizó la economía y colapsó los sistemas de salud, mientras los supervivientes encontraban con que “la batalla no había terminado”.
“El sufrimiento causado por la epidemia de Ébola fue enorme”, recordó Brice de la Vingne, director de operaciones de MSF, quien explicó: “Dejó una marca imborrable para todos los que estuvimos trabajando en África occidental. Para nuestro personal regional, el impacto fue aún mayor. Vivieron la amenaza diaria de la enfermedad, mientras que en el trabajo se enfrentaban cara a cara con la devastadora realidad del éÉbola. Pero, para quienes fueron infectados por la enfermedad y para sus familiares, fue un infierno”.
MSF indicó que muchos de los supervivientes se enfrentaron a problemas médicos y psicológicos importantes, pero, como nunca se había producido una epidemia de esa magnitud, se sabía muy poco sobre lo que podrían necesitar para rehacer sus vidas. “Mientras que la epidemia disminuía, resultó evidente que los supervivientes y sus familias necesitaban un gran apoyo”, añadió Petra Becker, coordinadora general de MSF en Liberia.
Becker apuntó que la mayoría de los que vencieron la enfermedad experimentaban trastornos físicos, como dolor de articulaciones, y problemas neurológicos u oftalmológicos, así como “problemas de salud mental, como estrés postraumático y depresión, después de haberse enfrentado a la muerte desde tan cerca”.
A finales de septiembre, MSF finalizó sus proyectos médicos y de salud mental para los supervivientes en Guinea y Sierra Leona. En Liberia, las actividades de la ONG posteriores a la epidemia de ébola terminarán antes de que finalice 2016.
MSF subrayó que ya han sido atendidos la mayoría de los problemas médicos que afectan a los supervivientes, como problemas en los ojos y articulaciones, y que ha realizado los preparativos para que quienes actualmente están bajo apoyo psicológico sigan recibiendo atención dentro del sistema de salud de su país o por parte de otras organizaciones.
Por otro lado, Médicos Sin Fronteras seguirá centrando sus esfuerzos en proporcionar servicios enfocados en necesidades desatendidas de las personas vulnerables en Guinea, Liberia y Sierra Leona, que, según Mit Philips, especialistas en Políticas de Salud de MSF, deben “asegurar una detección temprana de posibles casos y planes de contingencia básicos que permitan una respuesta rápida ante cualquier brote de ñebola o de otras enfermedades”, además de planes para poner al día los programas que se colapsaron durante la epidemia, como el tratamiento de VIH y tuberculosis, al igual que servicios preventivos para los cuales la cobertura aún sigue siendo baja.
CLÍNICAS ESPECIALIZADAS
MSF abrió clínicas especializadas para atender a los supervivientes en los tres países afectados. Las primeras abrieron en Monrovia (Liberia) en enero de 2015, que proporcionaron más de 1.500 consultas médicas antes de su cierre el pasado mes de agosto.
Una segunda clínica en Conakry (Guinea) atendió a 330 supervivientes y a más de 350 de sus familiares en los distritos Coyah y Forécariah. Un centro similar en Freetown (Sierra Leona) proporcionó atención médica y de salud mental a más de 400 supervivientes y sus familias y brindó apoyo psicológico en 450 sesiones individuales y grupales.
“Con el tiempo, y después del tratamiento, la gravedad de los trastornos físicos y psicológicos ha disminuido gradualmente”, afirmó Jacob Maikere, coordinador general de MSF en Sierra Leona, quien agregó que, “aun así, muchos supervivientes afirman que les sigue molestando el olor a cloro, porque los traslada al horror vivido en los centros de tratamiento de ébola”.
Por último, MSF indicó que los supervivientes del ébola y sus familias también se enfrentaron al estigma cuando regresaron a sus comunidades, y que los trabajadores sanitarios de los tres países más afectados “pagaron un alto precio” por responder a la enfermedad, puesto que muchos de ellos perdieron la vida.

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