UN TRATAMIENTO PREVENTIVO EN PERSONAS SANAS CONSIGUE EVITAR EL 86% DE LOS CONTAGIOS DE VIH

- Piden a Sanidad que dé luz verde a su utilización. La profilaxis pre-exposición (PrEP) en personas sanas con comportamientos de alto riesgo de contraer el VIH logra evitar un 86% de los nuevos contagios, según declaró hoy el presidente del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, José Antonio Pérez Molina.
Por ello, pidió al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que “se involucre y dé luz verde” al uso del 'Truvada' (un antiretroviral) para aplicar este tratamiento preventivo, que consiste en suministrar una pastilla diaria a personas sanas de colectivos de riesgo, “o un par de dosis en las 24 horas previas, y otras dos después, a las relaciones de riesgo". “Hace un año que entregamos un informe con nuestras recomendaciones al ministerio pero a día de hoy no han hecho nada”, indicó Pérez Molina tras recomendar la primera opción.
"Siguen mirando el precio de dispensación”, prosiguió, y “ahora piden un estudio de factibilidad” para demostrar cómo se distribuiría que “ya se ha hecho en varios países y que no es necesario”.
Según una investigación en el Centro Sandoval de Madrid, un 38% de los nuevos contagios podrían haberse evitado gracias a este tratamiento, indicó el jefe de enfermedades infecciosas del hospital Ramón y Cajal, Santiago Moreno.
En su intervención, explicó que el tratamiento solo se debe dispensar a colectivos considerados de alto riesgo (aquellos que registran un 2% de nuevos contagios al año sobre el total de la población).
RECOMENDACIONES
"En nuestra opinión, solo los hombres o mujeres trasgénero que mantienen relaciones sexuales anales con hombres, que en los seis últimos meses han mantenido un contacto sin preservativo, con más de dos parejas y que ya han sido diagnosticadas de otras enfermedades de transmisión sexual serían destinatarios de PrEP. Esto no impide que puedan recibirlo otros colectivos, como mujeres con comportamientos de riesgo o toxicómanos que comparten jeringuillas”, señaló.
La guía de recomendaciones de GeSIDA establece también que la dispensación de la PrEP no se suscriba al ámbito hospitalario como sucede con el resto de antirretrovirales, sino que pueda suministrarse en centros de salud sexual o reproductiva y otras instalaciones que cuenten con laboratorios capaces de hacer una prueba de VIH.
“Estimamos que los beneficiarios potenciales del tratamiento no serían más de 5.000”, afirmó Pérez Molina. “No creemos por tanto que los motivos del ministerio sean económicos”, y subrayó que solo con 14 personas que reciban PrEP, se evitaría el contagio de un nuevo paciente y un “complejo tratamiento con antiretrovirales para toda la vida”.
Todos los estudios sobre coste/efectividad “demuestran que hay ahorro”, afirmó Moreno, y “el Comité de Bioética ya autorizó en su día” la utilización de este medicamento (o del genérico que está apunto de salir). Países como EEUU y Francia lo utilizan desde hace años.
Sí admitió Moreno que algunas personas podrían rechazar que se destinen recursos a esta iniciativa cuando “existen métodos como el preservativo”. Sin embargo, se trata de “ser prácticos y de reconocer que hay colectivos que no lo utilizan sin entrar a juzgar su comportamiento”, e insistió en que el mayor esfuerzo de GeSIDA será siempre la detección y el tratamiento precoz, a fin de controlar una epidemia que “está muy lejos de serlo”. “Si logramos esto y conseguimos generalizar el uso del preservativo, no habría necesidad de PrEP”, concluyó.

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