(VÍDEO)UN OBISPO DE VENEZUELA DENUNCIA EL "GENOCIDIO" DE MADURO CONTRA SU PUEBLO

(AVISO: esta noticia contiene imágenes y sonido de las declaraciones a disposición de los medios gratuitamente en este enlace: https://goo.gl/6nWUAX). El obispo de Venezuela Jaime José Villarroel Rodríguez considera que el Gobierno de Nicolás Maduro está cometiendo "un genocidio a su propia gente" al reprimir las manifestaciones civiles "con violencia" de las fuerzas policiales, que han causado miles de muertos, y al negarse a abrir "un canal humanitario" de ayuda internacional para paliar la falta de alimentos y medicinas del país.
En una entrevista a Servimedia con motivo de su visita a España, donde este obispo nombrado por la Santa Sede al frente de la Diócesis de Carúpano está tratando de recabar solidaridad para atender a la población de su región, afirmó que la situación política que atraviesa Venezuela "no es otra cosa que una dictadura, que un totalitariso".
Denunció que el Gobierno "lo que ha hecho es reprimir con violencia" las manifestaciones en las calles "sabiendo que la población se está muriendo de hambre" y acusó al régimen de Maduro de ordenar a las fuerzas policiales que actúen con contundencia contra sus propios compatriotas, lo que ha supuesto que el año pasado hubo "más de 26.000 asesinados".
Villarroel declaró, con estas cifras, que "esto no se puede llamar otra cosa que un genocidio" porque "el propio gobierno está acabando con la poblacion y está matando a nuestro pueblo". "Yo considero que esto es un genocidio a su propia gente", sentenció ante la situación límite a la que se enfrentan millones de personas.
El obispo de Carúpano, una región pobre del noreste de Venezuela rodeada de Parques Naturales y situada en la costa frente a las Antillas, reclamó la apertura de "una ayuda de canal humanitario" en el país porque "no hay alimentos y no hay medicinas" para cubrir las necesidades básicas de la población.
En estas circunstancias, criticó que "el Gobierno no quiere aceptar y reconocer que está dejando que la población se muera" y explicó que como obispo de Carúpano ha emprendido un viaje internacional por España, Alemania, Italia y el Vaticano para reunir ayudas con las que llevar alimentos y medicinas para sus feligreses y el resto de los diocesanos.
SITUACIÓN DRAMÁTICA
El obispo Villarroel relató a Servimedia que la situación en Venezuela es "dramática" por la falta de alimentos y de medicinas. Esto provoca, según dijo, que el 50% de los niños que nacen "mueren antes del año" y que sólo el año pasado fallecieran "20.000 niños neonatos" en todo el país.
Subrayó que también hay personas con enfermedades crónicas, que no son graves, que están muriendo "por no tener una pastilla contra la diabetes o para regular la tensión". A esto sumó casos más extremos como los enfermos de cáncer que no reciben las medicinas adecuadas en los hospitales o contagiados de sida que no reciben retrovirales porque el Gobierno de Maduro no tiene dinero para comprarlos.
Además, sacó a relucir que Venezuela fue "el primer país de Iberoamérica que eliminó" enfermedades como el paludismo y la difteria pero ahora están reapareciendo de forma masiva, con 450.000 contagiados de paludismo en 2016 que este año puede ascender a un millón de afectados.
Hace pocos días, destacó, murió un niño de seis años con difteria porque las autoridades sanitarias no pudieron darle la vacuna correspondiente. De este modo, "cada vez crece la presencia de enfermedades que ya estaban erradicadas y que reaparecen porque no hay na política adecuada" en materia sanitaria ante la falta de recursos del país.
El obispo señaló que en la Diócesis de Carúpano llevó a cabo en Semana Santa un estudio médico con un equipo especializado que efectuó análisis a la población y detectó que "el 44% sufre anemia". "Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando una poblacion sufre un 5% de anemia requiere una intervención especial. En nuestra zona es un 44%", lamentó.
Villarroel añadió que Cáritas Venezuela ha realizado otros estudios sobre desnutrición y ha detectado que muchos niños están dejando de ir a la escuela, lo que provoca un doble problema porque a los problema de salud se suma la pérdida de las clases y los consiguientes conocimientos educativos.
Por último, resaltó que en las calles de Venezuela "cada vez es mayor la presencia de personas, que no son indigentes, sino personas de clase media o baja, que buscan comida en la basura" como única forma de alimentarse. "A nuestra diócesis llegan personas con una actitud dramática y no pueden hacer otra cosa".

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