Muere Jessica, la niña a la que su padre fotografió mostrando la verdadera cara del cáncer

Imagen tomada de Facebook
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JM. Ávila
JM. Ávila

"Mi princesa ha extendido sus alas de ángel y ha ido a jugar con sus amigos y seres queridos. Ahora velará desde allí arriba por su hermano pequeño y por nosotros mismos hasta que un día volvamos a reunirnos de nuevo", estas fueron las palabras que el padre de Jessica transmitió vía Facebook tras la muerte de su hija con tan solo cuatro años.

La pequeña saltó al foco mediático de las redes sociales cuando su padre subió una escalofriante fotografía donde se plasmaba todo el sufrimiento que la niña estaba atravesando mientras luchaba contra la enfermedad.

"Esta es la verdadera cara del cáncer: los vasos sanguíneos que sobresalen de su piel, una lágrima solitaria corriendo por su mejilla, su cuerpo rígido y el rostro contraído por el dolor", decía Andy Whelan (padre de Jessica) en el pie de la polémica fotografía.

Según ha contado en la red social Facebook el padre de la niña, los últimos días de Jessica han sido un espanto compartido por todos sus seres queridos. "Me permitió tenerla en mis brazos, nos dimos un gran abrazo y le dije cuánto la amaba. Le dije que cerrase los ojos y que durmiese. La besé y finalmente dio su último aliento", escribe Whelan.

El anuncio de la muerte de Jessica ha ido acompañado de una declaración de amor absoluto que Andy ha procesado a u pequeña durante sus escasos cuatro años de vida.

Aquí la traducción de las palabras de Andy Whelan:

"Me siento aliviado y triste por informar a todos ustedes que Jessica finalmente encontró la paz a las siete de esta mañana. Ya no sufre, ya no siente el dolor de las limitaciones físicas de su cuerpo. Ahora mi princesa ha extendido sus alas de ángel y ha ido a jugar con sus amigos y seres queridos. Ahora velará desde allí arriba por su pequeño hermano y por nosotros mismos hasta que un día nos volvamos a reunir de nuevo.

Anoche ella finalmente me permitió tenerla en mis brazos y nos dimos un gran abrazo. Le dije cuánto la amaba. Le dije que cerrase los ojos y que durmiese. La besé en la frente y en sus labios en numerosas ocasiones. Es lo que necesitaba para finalmente encontrar consuelo en su muerte. Ocho horas después de ese abrazo ella finalmente tomó su último aliento. Ella era una niña de papá, desde el principio e incluso hasta el final. Siento que una gran parte de mí ha sido arrancada, pero estoy contento de que yo pudiera darle ese consuelo en sus últimas horas. Ella murió en paz y con serenidad, sin ni siquiera un murmullo.

Gracias a todos y cada uno de ustedes que ha compartido y ha sido una parte de nuestro viaje. Ahora pido privacidad para nosotros y nuestra familia, para llorar la pérdida de nuestra hermosa princesa.

El corazón de un padre de la más increíble y hermosa chica".

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