Solo tres de cada 10 españoles sabe realizar una reanimación cardiopulmonar, según un estudio

Solo tres de cada 10 españoles sabe realizar una reanimación cardiopulmonar, según un estudio
Solo tres de cada 10 españoles sabe realizar una reanimación cardiopulmonar, según un estudio
EUROPA PRESS
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El 84 por ciento de la población afirma saber qué es un desfibrilador y para qué sirve; sin embargo, el sólo el 44 por ciento de los encuestados asocia la cardioprotección a la disponibilidad de un desfibrilador; el 23 por ciento a un entorno y alimentación saludables; el 11 por ciento a que hay personas que saben realizar la RCP o manejar un desfibrilador y en 6 por ciento a que se cuenta con un servicio médico.

El 62 por ciento de los establecimientos comerciales encuestadas respondió que no disponía de desfibrilador instalado y apenas el 10 por ciento de ellas dijo que tiene previsto instalarlo a corto plazo. Este dato refleja que la cardioprotección no es una prioridad a pasar de tratarse de espacios con un alto nivel de concurrencia de público. Además, dos de cada tres establecimientos dijo que su personal no ha recibido formación en RCP, a pesar de que cada año se producen más de 30.000 paradas cardíacas en España, fuera del ámbito hospitalario.

Estos datos forman parte del 'Estudio Cardioprotección en España 2016', realizado por B+Safe con la colaboración de la fundación, y que ha sido el resultado de 5.000 encuestas a personas de diferentes sectores en las 17 comunidades autónomas, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

El objetivo era conocer el estado de la cardioprotección en España y, en su caso, impulsar diferentes medidas, desde la formación y la sensibilización social a las legislativas, para reducir los elevadas tasas de mortalidad que se registran en España en caso de accidentes cardiacos.

"Los resultados del estudio indican que la cardioprotección sigue sin ser una prioridad en España, ni para las instituciones ni para las empresas, a pesar de que cada año se producen más de 30.000 muertes súbitas, la mayoría de las cuales son debidas a una parada cardiorrespiratoria", señala el doctor José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón.

Lamentablemente, la normativa en España es muy diversa, "hay comunidades como Cataluña, Andalucía, País Vasco y Canarias donde se ha regulado qué espacios deben disponer de desfibrilador y otras, como Madrid, donde simplemente no hay regulación", asegura Nuño Azcona, director general de B+Safe Almas Industries.

ESPACIOS CARDIOPROTEGIDOS

Según las estadísticas, en España fallecen en torno a 100 personas al día por parada cardiaca. La realización de un masaje cardiaco y el uso del desfibrilador en los cinco minutos posteriores a la parada cardíaca aumenta hasta el 90 por 100 las posibilidades de supervivencia. "La disponibilidad de un desfibrilador puede salvar miles de vidas al año. En el caso de una parada cardíaca, la capacidad de reacción en los primeros cinco minutos marca la frontera entre la vida y la muerte", añade Azcona.

En Europa, el paro cardiaco es una de las primeras causas de mortalidad y en España se dan más 30.000 por año. En España, tras una enfermedad cardiaca, el índice de salvación se sitúa en un 4% mientras en EEUU se sitúa ya en un 50% gracias a la implantación masiva de desfibriladores. El plazo de intervención para salvar a una víctima es de no más de 4-5 minutos. Además, por cada minuto que se pierde, hay un 10% menos de probabilidad de supervivencia.

La cardioprotección es una tendencia emergente orientada a la protección del corazón en caso de episodios cardíacos. El gran número de muertes por paro cardíaco en la población, ha animado a gobiernos, empresas, entidades y asociaciones a concienciar a la población y tomar medidas que permitan revertir la situación gracias a la creación de zonas o espacios cardioprotegidos.

Estas zonas cuentan con, al menos, un desfibrilador, con mantenimiento garantizado y con personas adecuadamente formadas para poder garantizar una rápida actuación en caso de paro cardíaco repentino (para conseguir que vuelva a latir el corazón de la persona afectada), hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.

Para que las posibilidades de supervivencia ante un paro cardíaco repentino sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar (RCP) que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardíaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardiaco repentino es de un máximo de 5 minutos.

ACTIVIDADES POR EL DÍA EUROPEO

El próximo lunes 17 de octubre a las 18 horas la Fundación Española del Corazón celebrará en su sede, la charla 'Cómo actuar ante una emergencia cardiaca en el hogar' con el objetivo de enseñar los pasos a seguir en caso de encontrarnos ante situaciones como un paro cardiaco, una subida brusca de tensión arterial, una disnea intensa o una taquicardia súbita, entre otras.

Mientras, el martes 18 se llevarán a cabo talleres de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) en grupos de 20 personas y sesiones de 30 minutos que se desarrollarán de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas.

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