La profesora Svetlana Popova, del Instituto de Investigación sobre Políticas de Salud Mental del Centro de Adicción y Salud Mental de Toronto, Canadá, y coautores realizaron un metaanálisis de 24 estudios que incluyeron a 1.416 niños y jóvenes diagnosticados con FASD.
Los resultados revelan una estimación de la prevalencia global de FASD entre niños y jóvenes es de alrededor de ocho de cada mil en la población general y que una de cada 13 mujeres embarazadas que consumieron alcohol durante el embarazo dio a luz a un niño con FASD. Según los análisis seleccionados, la prevalencia de FASD entre poblaciones especiales (por ejemplo, poblaciones aborígenes, niños encarcelados y psiquiátricos) oscila entre 5 y 68 veces más que la prevalencia global en la población general.
Los hallazgos de la investigación deben considerarse dentro de las limitaciones de los datos, incluyendo diferentes directrices de diagnóstico y definiciones de casos en los estudios. En todo caso, los resultados destacan la necesidad de establecer un mensaje universal de salud pública sobre el daño potencial de la exposición prenatal al alcohol y un protocolo apropiado de rutina de detección", concluye el artículo.
TRASTORNO DEL ESPECTRO ALCOHÓLICO
El trastorno del espectro del síndrome alcohólico fetal debido al consumo de alcohol materno durante el embarazo. En casos extremos puede causar la muerte fetal y el SAF. Los casos más leves presentan solo características faciales o solo problemas conductuales, cognitivos e, incluso, se puede ver un paciente con un cociente intelectual normal que no desarrolla todo su potencial.
El síndrome alcohólico fetal es una de las causas más conocidas de retraso metal, ya que el alcohol produce daños irreversibles en el Sistema Nervioso Central, además de afectar otros órganos y sistemas.
No se conoce cuál es la cantidad segura de ingesta de alcohol durante el embarazo, por lo que se recomienda la abstinencia total a las madres gestantes. Se sabe que origina daños en todas las etapas del embarazo.
En el primer trimestre causa anomalías estructurales: faciales, cerebrales; en el segundo hay más riesgo de aborto espontáneo y en el tercero disminuye el peso, la longitud y el crecimiento cerebral. Aproximadamente, el 70% de los niños con alta exposición prenatal al alcohol tienen alteraciones neuroconductuales.
Cuando se consume alcohol éste atraviesa libremente la placenta, por lo que los niveles de alcohol en sangre fetal se acercan a los niveles maternos a las dos horas de la ingesta materna. El feto es particularmente vulnerable al consumo materno de alcohol, debido a la eliminación ineficiente y a la exposición prolongada. El alcohol se elimina del compartimento fetal con una tasa de solo el 3 al 4%, respecto de la tasa materna. Además, gran parte del alcohol se excreta por el feto en el líquido amniótico y se "recicla" a través de la deglución fetal del líquido amniótico y la absorción intramembranosa.
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