Si estos síntomas llegaran a agravarse, el doctor ha explicado que "provocarían una descompensación de la temperatura corporal" y entonces se produciría el golpe de calor, situación "grave" que se desencadena cuando "la temperatura corporal sobrepasa los 39 grados debido a que los mecanismos reguladores del calor se ven superados y no son capaces de responder, lo que supone un shock para el organismo".
Las principales señales a tener en cuenta que manifiestan un golpe de calor son el aumento de temperatura citado anteriormente, la aceleración del pulso, mareos, sudoración excesiva (que después desaparece), náuseas y vómitos o inconsciencia. En el momento en el que se presenten estos síntomas, el especialista ha destacado que "es necesario buscar asistencia sanitaria de forma urgente", especialmente si se trata de niños menos de 1 año o mayores de 65, ya que estos "son más vulnerables porque su cuerpo tiene menor capacidad para regular la temperatura".
Una vez que aparezcan, es necesario, además de llamar a los servicios de Urgencias, bajar la temperatura corporal de la persona afectada lo antes posible y, por ello, se recomienda situarla a la sombra, en un lugar fresco, y refrescarle la piel. "Aplicar paños mojados o hielo puede ayudar a bajar la temperatura, incluso se recomienda, si es posible, bañar a la persona en agua fría y hacerle beber", ha señalado el doctor Ciria.
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