La Asociación de Parkinson de Cuenca inicia una campaña para dar a conocer la enfermedad

En rueda de prensa, Beatriz Hernández, trabajadora social de la Asociación de Parkinson de Cuenca, ha destacado la necesidad de "trabajar en la prevención, en la sensibilización y en mejorar la calidad de vida de los enfermos de Parkinson".

Hernández ha destacado que "el papel del farmacéutico es vital y forma parte de los ciudadanos a la hora de intervenir en los problemas asociados a su enfermedad" sobre todo en el caso aquellos que padecen esta enfermedad y viven en zonas alejadas.

María Luz Moya, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cuenca, ha manifestado el claro compromiso que tienen los 265 profesionales de la farmacia en toda la provincia a la hora de ayudar a detectar las fases iniciales del Parkinson. Moya ha asegurado que "se llega al 99,9% de la población y se puede ayudar al paciente y al cuidador".

Por su parte, el presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha recalcado la "importancia de la labor de las asociaciones en una provincia con gran extensión y población escasa".

Prieto ha puesto como ejemplo para otros colectivos la colaboración existente en esta campaña y ha marcado como objetivo común el "combatir las necesidades y situaciones que provoca esta enfermedad". La institución provincial apoya a la Asociación de Parkinson de Cuenca con una ayuda por importe de 6.000 euros.

La Enfermedad de Párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común después del Alzheimer. Provoca problemas motores, en el habla, bajada del estado de ánimo, alteraciones en el sueño, rigidez muscular, temblor cuando la persona se encuentra en reposo e inestabilidad en la postura. 7.000 personas la padecen en toda Castilla-La Mancha.