Más de la mitad de los adultos estadounidenses están infectados con citomegalovirus (CMV), pero la mayoría de las personas no experimentan ningún síntoma porque un sistema inmune sano mantiene el virus bajo control. Sin embargo, la infección por CMV en los bebés puede causar un tamaño de cerebro inusualmente pequeño (microcefalia, como genera el virus Zika menos común, la sordera, la ceguera, la disfunción mental y otros problemas neurológicos que pueden durar toda la vida.
No hay una vacuna eficaz contra el CMV y no se recomiendan los tratamientos actuales durante el embarazo o en los recién nacidos debido a su potencial para causar otros defectos de nacimiento y cáncer. Anthony van den Pol y sus colegas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en New Haven, Estados Unidos, encontraron que una dosis baja diaria del estabilizador del estado de ánimo valnoctamida redujo la cantidad de CMV en el cuerpo de ratones recién nacidos infectados y suprimió la replicación del virus que ya había llegado al cerebro, sin efectos secundarios negativos.
El tratamiento también normalizó el desarrollo neurológico y conductual en los ratones infectados, incluyendo las interacciones sociales deterioradas que se cree que se relacionan con la infección por CMV y el trastorno del espectro autista. Finalmente, los investigadores mostraron que el fármaco suprime la replicación de CMV en células del cerebro fetal humano.
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