Las personas infectadas con el vírus ébola no siempre muestran síntomas

Las personas infectadas con el vírus ébola no siempre muestran síntomas
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EUROPA PRESS
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La investigación confirma sospechas anteriores de que el virus Ébola no causa de manera uniforme una enfermedad grave y que las personas pueden estar infectadas sin mostrar signos de enfermedad, subraya Gene Richardson, excompañero de la División de Enfermedades Infecciosas y Medicina Geográfica de Stanford y ahora doctorado en Antropología en la Universidad. "El estudio corrobora la evidencia previa de que el Ébola es como la mayoría de otros virus en que causan un espectro de manifestaciones, incluyendo la infección mínimamente sintomática", dice este experto.

Los hallazgos también sugieren que la epidemia estaba más extendida de lo que se creía anteriormente y los investigadores calcularon que la prevalencia de infección mínimamente sintomática era del 25 por ciento. "Esto proporciona una evidencia importante en ese frente y también significa que una parte significativa de los eventos de transmisión puede haber pasado desapercibida durante el brote, lo que demuestra que hubo mucha más transmisión de humano a humano de lo que pensábamos" apunta Richardson.

La investigación, que se detalla en un artículo publicado en 'PLOS Neglected Tropical Diseases', se realizó en la aldea rural de Sukudu, en Sierra Leona, un país donde Richardson y sus colegas cuidaban de cientos de pacientes en unidades de tratamiento Ébola sustentadas por Partners In Health. El pueblo, con cerca de 900 habitantes, fue uno de los tres principales puntos calientes en el distrito de Kono, en la parte oriental del país, durante la crisis del Ébola entre noviembre de 2014 y febrero de 2015. Hubo 34 casos de Ébola en el pueblo, incluyendo 28 muertes.

Se registraron más de 28.000 casos de infección por Ébola en África durante la epidemia, la más grande y más larga de la historia y se estima que más de 11.000 personas han muerto a causa de la enfermedad. Después de su trabajo, Richardson y sus colegas decidieron regresar a la aldea para tratar de determinar si la infección por Ébola podría ser mínimamente sintomática, como han sugerido estudios previos, trabajando con un médico local y dos profesionales de salud comunitarios en la recopilación de datos para el estudio, un proceso que fue aprobado por el jefe de la aldea local.

Utilizaron una prueba conocida como ELISA, una técnica que puede detectar la presencia de un anticuerpo. Primero se cercioraron de que la prueba fuera exacta comparando los resultados de 30 supervivientes del Ébola en Sukudu con los de 132 personas en otras aldeas donde el virus no se había divulgado, como relataron los autores durante la presentación de su trabajo este martes en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene que se celebra en Atlanta, Estados Unidos.

ESFUERZOS DE SALUD PÚBLICA SIN EFICACIA COMPLETA

Richardson apunta que la prueba demostró ser una medida razonable de anticuerpos virales. Los investigadores reclutaron entonces a 187 hombres, mujeres y niños de Sukudu que probablemente habían estado expuestos al Ébola, bien porque vivían en el mismo hogar o habían compartido un baño público con una persona que se había confirmado que tenía la enfermedad.

De éstos, se encontró que 14 portaban anticuerpos contra el Ébola, lo que suigiere que habían sido infectados en algún momento, aunque no habían sido incluidos en el recuento original. Un total de 12 dijeron que no habían tenido síntomas de la enfermedad, la cual causa típicamente fiebre, sangrado inexplicable, dolor de cabeza, dolor muscular, erupción cutánea, vómitos, diarrea, problemas respiratorios y dificultad para tragar, y dos recordaron haber tenido fiebre en el momento del brote, informan los científicos.

Al combinar los informes iniciales de 34 infecciones con los 14 nuevos casos identificados, los investigadores calcularon que la prevalencia de infección mínimamente sintomática en la aldea fue del 25 por ciento. De momento, se se desconoce si una persona asintomática es capaz de transmitir el virus, ya que como estos individuos no tenían un caso activo de la enfermedad, "no lo transmitían de la forma habitual, a través de vómitos o diarrea" o si pueden pasarlo sexualmente, dice Richardson.

Se ha demostrado que el virus se esconde durante meses en el semen, incluso después de que los síntomas hayan desaparecido, y se han publicado algunos casos de supervivientes que transmitieron el virus por contacto sexual. Richardson señala que el estudio indica que los esfuerzos de salud pública para prevenir la infección y contener el virus durante la epidemia no fueron totalmente eficaces y que hay que trabajar mucho mejor en futuras epidemias.

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