PRUEBAN UN NUEVO CHIP QUE SE FIJA EN LA RETINA Y PERMITE SU REEMPLAZO

El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) está probando los beneficios de un nuevo sistema de visión artificial, el 'IRIS®II', un chip desarrollado por la compañía francesa Pixium Vision y que, a diferencia de los modelos actuales, no se coloca por debajo de la retina, sino que se fija en ella.
Según informó el IMO, este método de anclaje presenta dos ventajas. Por un lado, simplifica la intervención y disminuye las probabilidades de un desprendimiento de retina y de otras complicaciones que actualmente acompañan a este procedimiento, y por otro, permite su extracción y posterior sustitución por modelos más evolucionados, que se confía que aparezcan en los próximos años y sobre los que ya existen prototipos.
El estudio IRIS®II, que ha empezado en septiembre y que durará un mínimo de 18 meses y un máximo de 36, en función de los resultados, se llevará a cabo en 10 pacientes. Los candidatos son personas ciegas que no pueden reconocer formas a causa de distrofias de retina como retinosis pigmentaria, distrofia de conos y bastones o coroideremia, las cuales provocan un daño en las células retinianas pero no impiden el buen funcionamiento del nervio óptico.
El IRIS®II, un microchip de silicona con 150 electrodos, se implanta en la retina y la estimula artificialmente, permitiendo al paciente percibir formas y movimientos. El sistema utiliza una minicámara bioinspirada que imita el funcionamiento del ojo humano, ya que captura de manera continua los cambios en el campo visual mediante píxeles independientes en el tiempo. Desde esta minicámara, instalada en unas gafas, se envía la información que estimula la retina para que transmita señales de imagen al cerebro.
Este chip en pruebas, “triplica el número de electrodos respecto a los modelos anteriores, por lo que cabe esperar algo más de definición en la imagen que proyecte sobre la retina”, explica la doctora Anniken Burés, oftalmóloga del instituto y también miembro de la investigación. Por su parte, el doctor Borja Corcóstegui, que estuvo involucrado de forma directa en los primeros desarrollos de chip de retina hace más de dos décadas y que es el investigador principal en IMO de este nuevo estudio, afirma que “no se han logrado todavía resultados que puedan hacerlo realmente determinante para mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

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