El bisfenol A es un componente de los plásticos, un disruptor endocrino, que se encuentra en los envases de alimentos, botellas de agua, selladores dentales y en el papel de los 'tickets'. De hecho, el grupo de investigadores ya había demostrado que la exposición durante el embarazo a este componente se asociaba a comportamientos agresivos, ansiedad y depresión en los niños de 7 a 9 años.
Ahora, los expertos han analizado a 241 mujeres embarazadas que no fumaban y a sus hijos de la ciudad de Nueva York, desde el embarazo hasta la infancia. Para medir la cantidad de bisfenol A que había sido absorbido en el cuerpo, recolectaron muestras de orina de las madres durante el tercer trimestre de su embarazo, y de los niños cuando tenían 3 y 5 años de edad.
Además, a los 10 y 12, los niños completaron una entrevista con un investigador formado acerca de sus síntomas de depresión y completó una autoevaluación que mide la ansiedad. Así, después de separar los datos por sexo, encontraron que los niños con los niveles más altos de exposición prenatal a este componente tenían más síntomas de depresión y ansiedad que durante el embarazo de sus madres no habían estado tan expuestos.
"Estos resultados son consistentes con nuestros informes previos sobre el bisfenol A y el desarrollo de los niños evaluados a edades más tempranas y sugieren una mayor susceptibilidad del cerebro masculino durante el desarrollo prenatal. La ansiedad y la depresión son especialmente preocupantes, ya que pueden interferir con la capacidad del niño para concentrarse, lleve a cabo en la escuela, conocer gente y hacer amigos", han zanjado los expertos.
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