Se trata del primer estudio que muestra las edades de los ovarios y de cómo el envejecimiento afecta a la calidad de los óvulos que produce, un trabajo que podría dar lugar a nuevas terapias que preservan la fertilidad mediante el retraso del envejecimiento ovárico.
"Bajo el microscopio, los óvulos de animales reproductivamente jóvenes y viejos pueden parecer idénticos, pero el ambiente en el que están creciendo es completamente diferente", ha aseverado Francesca Duncan, autora principal del trabajo publica en la revista 'Reproduction'.
En concreto, los expertos han analizado tejido ovárico de los ratones reproductivamente jóvenes (equivalente a las mujeres en sus veinte años de edad) y viejos (equivalente a mujeres entre las edades 38-45), comprobando que en algunos de los mayores hasta el 35 por ciento del tejido ovárico era fibrótico.
CÉLULA INMUNE QUE PRODUCE INFLAMACIÓN CRÓNICA
Asimismo, los expertos también han observado un tipo de célula inmune en los ovarios de los ratones reproductivamente viejos, la cual está asociada a las inflamaciones crónicas.
"Nuestro trabajo establece la fibrosis y la inflamación como señas de identidad de un ovario viejo envejecimiento y sienta las bases para considerar el uso de tratamientos anti-ibróticos o antiinflamatorios a la hora de retrasar o contrarrestar el impacto del envejecimiento reproductivo", ha aseverado el investigador.
De hecho, los resultados pueden tener tienen implicaciones más amplias para la salud de las mujeres debido a que la fibrosis de ovario es una característica clave del síndrome de ovario poliquístico, un trastorno del sistema endocrino común entre las mujeres en edad reproductiva.
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