La mitad de los residentes del este de Alepo quieren abandonar la ciudad

EUROPA PRESS

La mitad de los alrededor de 250.000 habitantes que quedan en el este de Alepo, controlado por los rebeldes sirios y asediado por las fuerzas del régimen de Bashar al Assad, quieren abandonar la ciudad, según una evaluación realizada por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Según ha explicado en su último informe de situación, se está haciendo seguimiento a los principales puntos de salida de la ciudad y los asentamientos para desplazados en la provincia de Idlib "están preparados para recibir a pequeños números de personas de ser necesario".

Asimismo, ha subrayado que la salud psicológica y mental de quienes viven atrapados en la ciudad sigue deteriorándose y cita el caso de una madre de un bebé de un mes que lamenta haberlo tenido en las actuales circunstancias.

Por otra parte, dado que los bombardeos aéreos continúan, la OCHA ha expresado su preocupación "por la seguridad de los niños y del personal educativo", teniendo en cuenta que las clases debían reanudarse el 1 de octubre.

El informe también ha puesto de relieve que se están agotando las reservas de alimentos mientras que el precio de la comida disponible está aumentando. A esto se suma que, aunque las familias todavía dispongan de algún alimento, "la falta de keroseno y de gas propano hace difícil cocinar". Por este motivo, ha añadido, hay informaciones de civiles rebuscando entre los escombros de los edificios en busca de cualquier material inflamable que se pueda usar.

HOSPITALES ATACADOS

Por otra parte, en los últimos días "han continuado los ataques contra infraestructura vital". En concreto, el informe cita el caso del hospital de Al Sajour que resultó gravemente dañado por tercera vez en una semana este lunes, lo que provocó que "partes del edificio se derrumbaran".

De acuerdo con las fuentes consultadas por OCHA, siete personas murieron en el bombardeo, entre ellas cinco obreros que trabajaban en la reparación de los daños sufridos en ataques anteriores, así como dos miembros del personal.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado en un comunicado que de los ocho hospitales que todavía funcionan en el este de Alepo, cuatro de ellos y un banco de sangre han resultado afectados por bombardeos en un periodo de cuatro días.

El 30 de septiembre, dos hospitales en el este de Alepo apoyados por MSF y un banco de sangre, entre otras instalaciones sanitarias, sufrieron daños por los bombardeos, pese a lo cual los equipos médicos de tres han conseguido mantener operativos los centros, ha explicado la ONG.

También ha hecho mención al caso del hospital Al Shajour, el princial centro de traumatología de la parte oriental, así como al ataque sufrido el 2 de octubre por otro hospital de cirugía, que sufrió daños pero se mantuvo abierto.

"Los escasos hospitales que se mantienen operativos están colapsados por el flujo de cientos de heridos que agonizan acostados en los pasillos y salas", ha explicado el responsable de Operaciones de MSF en Oriente Próximo, Pablo Marco.

"Los médicos están realizando cirugías cerebrales y abdominales a las víctimas de los bombardeos en el mismo de suelo de las salas de urgencias debido a la falta de quirófanos disponibles. Rusia y Siria deben detener esta carnicería ya", ha reclamado Marco.

Mostrar comentarios