El ARN de Ötzi, tan válido como el de un caído en la I Guerra Mundial

  • Un nuevo tipo de biomarcador, los microARN, puede permanecer estable después de 5.300 años, según un examen comparado de la momia del 'hombre de hielo' Ötzi y de un caído en la II Guerra Mundial.
El ARN de Ötzi, tan válido como el de un caído en la I Guerra Mundial
El ARN de Ötzi, tan válido como el de un caído en la I Guerra Mundial
EUROPA PRESS
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Los biomarcadores son atributos biológicos que pueden dar a los médicos o investigadores pistas sobre el estado de salud o las enfermedades de un paciente. Los científicos están poniendo gran esperanza en un nuevo tipo de biomarcador, los llamados microARN. Estas moléculas cortas de ácido ribonucleico se caracterizan por su alto nivel de estabilidad.

Ahora, han establecido que estos microRNAs pueden permanecer estables incluso después de 5,300 años, al encontrar estas moléculas en la conocida momia del de Ötzi, el 'hombre de hielo'. Una serie de hechos han sido probados científicamente sobre la momia, encontrada en los Alpes Ötztal (Tirol del Sur) en 1991.

A través de técnicas de imagen, sabemos acerca de la degeneración en su columna lumbar y una herida de flecha mortal en su hombro izquierdo. Los análisis de ADN mostraron que Ötzi era intolerante a la lactosa y tenía ojos marrones y tipo de sangre 0. Ahora también se ha completado un estudio de los microARN de Ötzi. Los microARN son fragmentos muy pequeños de ácido ribonucleico (ARN) y juegan un papel central en la regulación de los genes.

Aunque estas moléculas son muy estables en los tejidos, antes de este estudio no estaba claro si todavía se podían encontrar en tejidos humanos después de miles de años. Por lo tanto, los profesores Andreas Keller y Eckart Meese de la Universidad de Saarland, Stephanie Kreis de la Universidad de Luxemburgo, y el profesor Albert Zink y Frank Maixner de Eurac Research en Bolzen asumieron el desafío.

Analizaron no sólo las muestras de tejido del 'hombre de hielo', sino también las de una momia de un soldado caído en la Primera Guerra Mundial. "Nuestra investigación proporciona evidencia de que podemos analizar microRNA incluso después de miles de años", explica Andreas Keller, profesor de Bioinformática Clínica En la Universidad de Saarland, que coordinó el estudio.

Los científicos tomaron muestras de la piel de Ötzi, el estómago y el contenido estomacal. "Fue un reto extraer este material genético en cantidades significativas y una calidad suficiente de las muestras de tejido momificado y medirlas y cuantificarlas con los métodos más nuevos y muy precisos", señala Stephanie Kreis, que aisló los microARN en la Universidad de Luxemburgo.

Se encontraron algunas moléculas que estaban presentes predominantemente en los tejidos antiguos. Por el contrario, algunos de los biomarcadores que son bien conocidos hoy en día no se encontraron en Ötzi. Según el profesor Zink de Eurac Research, los microRNAs son la siguiente clase importante de moléculas de Ötzi que deberán recibir un examen intensivo.

El profesor Meese, director del Instituto de Genética Humana de la Universidad de Saarland, afirma que la estabilidad de estos biomarcadores también es importante para las personas de hoy. "Es vital para aplicaciones clínicas", explica Meese.

"Es evidente que el potencial de microRNA es mucho mayor de lo que pensábamos anteriormente. No sabemos todavía lo suficiente acerca de cómo estas moléculas influyen en genes específicos, familias de genes enteros o vías de reacción bioquímica. Cuando investiguemos esto más, es posible que los microRNAs se conviertan en nuevas estrellas en la terapia. Hasta entonces, sin embargo, hay mucho más trabajo por hacer", concluye el profesor Keller.

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