CIENTÍFICOS ESPAÑOLES DESCUBREN UN FÁRMACO CAPAZ DE REDUCIR EL TAMAÑO DEL INFARTO

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) han descubierto un nuevo mecanismo de acción de un fármaco conocido desde hace décadas que es capaz de reducir las secuelas producidas durante un infarto si se administra de forma precoz.
Según informó este martes el CNIC, el equipo de investigadores estuvo liderado por el doctor Borja Ibáñez, director del departamento de Investigación Clínica de este centro y cardiólogo en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
Los científicos descifraron la razón por la que este medicamento resulta tan beneficioso, ya que la administración rápida de ‘metoprolol’ durante un infarto inhibe directamente la acción inflamatoria de los neutrófilos, un tipo de células sanguíneas.
Esta disminución de la inflamación se traduce en una reducción del daño final en el corazón post-infarto. El hallazgo, publicado hoy en ‘Nature Communications’, abre un escenario de nuevas aplicaciones para una estrategia farmacológica sencilla, segura y de bajo coste.
A este respecto, el doctor Jaime García-Prieto, primer autor del artículo, explicó que este fármaco “en sangre altera el comportamiento de los neutrófilos, los ‘aturde’, limitando su acción inflamatoria y dañina sobre el músculo cardiaco”. Los neutrófilos inician una reacción inflamatoria compleja y organizada cuando se restablece el flujo sanguíneo que tiene consecuencias negativas.
García-Prieto aclaró que “una vez los neutrófilos llegan al corazón tras restablecer el flujo de sangre al tratar el infarto, actúan desmesuradamente induciendo la muerte de células cardiacas que, aunque debilitadas, habían sobrevivido al infarto”.
Como señaló uno de los investigadores del estudio, Andrés Hidalgo, “la interacción neutrófilo-plaqueta es fundamental para que los neutrófilos infiltren en el tejido. El ‘metoprolol’ bloquea estas interacciones de manera drástica limitando así la llegada de estas células”. Dichas interacciones forman además agregados de células sanguíneas que bloquean la microcirculación del corazón post-infarto.
En este sentido, el doctor Antonio Fernández-Ortiz, co-investigador de este trabajo desde CNIC y cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, subrayó que “sabíamos que las plaquetas son un factor importante en el coágulo que causa el infarto, pero hasta ahora no teníamos certeza de que además participaran de manera orquestada con los neutrófilos para magnificar el daño asociado al infarto”.
En definitiva, durante un infarto “lo primero es restablecer el flujo sanguíneo lo antes posible, pero debemos intentar acondicionar el corazón para su llegada administrando ‘metoprolol’ en este caso”, concluyó el doctor Ibáñez.
Por su parte, el doctor Valentín Fuster, director general de CNIC y physician in chief del Mount Sinai Hospital en Nueva York, también investigador de este trabajo, apuntó que “la tecnología de imagen presente en el CNIC nos ha permitido conocer de manera muy concisa el estado del corazón de pacientes que han sufrido esta patología, ayudando a descifrar un nuevo mecanismo de acción de este fármaco que hemos utilizado durante décadas”.

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