MADRID. LAS COLUMNAS DE GRANITO DE LA PLAZA MAYOR SE DETERIORAN POR SU PROPIA HISTORIA GEOLÓGICA

Las columnas de granito de la Plaza Mayor de Madrid presentan diferentes grados de deterioro en función de su orientación y, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Geociencias, este daño en forma de escamados y desplacados se debe a las microfisuras del granito de la columnas, originadas tras su proceso de formación.
El equipo de investigadores ha descubierto que el daño es mayor en las columnas del pórtico norte, como consecuencia de su orientación y un mayor contraste térmico a lo largo del día, además de haber tenido un mayor uso respecto a los otros pórticos.
El estudio, publicado en la revista ‘Environmental Earth Sciences’, revela que la parte inferior de las columnas, especialmente las caras semiexpuestas, muestra una mayor área de deterioro en forma de escamados y desplacados, “producidos por microfisuras de descomposición del granito”, según explicó David Martín Freire-Lista, coautor del trabajo y miembro del grupo de investigación Petrología Aplicada a la Conservación del Patrimonio del Instituto de Geociencias.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos cartografiaron el deterioro de las cuatro caras de las columnas de base rectangular en los cuatro soportales y realizaron observaciones microscópicas del granito. Además, llevaron a cabo una exploración ultrasónica y estudiaron la relación del deterioro con el uso, la orientación, las microfisuras de descompresión y la labra.
Las microfisuras del material se originaron después de su proceso de formación. La erosión del macizo rocoso situado por encima de esta cámara genera una descompresión en el granito que produce las microfisuras.
Martín destacó que “las observaciones microscópicas indican que la labra tradicional y el abujardado producen la unión de microfisuras de descompresión, generando una zona superficial de debilidad que facilita el ascenso hídrico, la cristalización del hielo y sales, lo que contribuye a la formación de escamados y desplacados”.
Por último, los científicos recomiendan que estos hallazgos se tengan en cuenta cuando se emprendan acciones de restauración y conservación en edificios históricos.

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