El catedrático de Electromagnetismo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), Jorge Mira, ha lamentado que los argumentos que se utilizan para la defensa del cambio del huso horario se basan en "disparates" o "falacias" por lo que ha defendido un debate con base científica, aunque ha puntualizado que "no" es un problema en España. Por su parte, desde ARHOE reclaman que España debería regirse por el huso horario que le corresponde por situación geográfica, es decir, el del meridiano de Greenwich.
Mira ha realizado estas declaraciones durante la presentación, este pasado 22 de marzo en Santiago de Compostela, de la publicación 'É o noso fuso horario un problema?', editada por el Consello da Cultura Galega, y que ha contado con la presencia del coordinador de la Sección de Ciencia, Natureza e Sociedade, Francisco Díaz-Fierros Viqueira.
El catedrático ha hecho referencia a la jornada celebrada en 2016 que convocó en el Consello da Cultura a los principales expertos participantes en un debate que, en este caso, fue "abierto" e incorporó "todas las posiciones" alrededor del huso horario.
El experto ha ratificado a Europa Press que defiende que el huso "no" es un problema en España, pero avala el debate siempre con base científica frente a "disparates". Y es que, a veces, ha recalcado que los argumentos que se utilizan para la defensa del cambio se basan en "disparates" o "falacias". A modo de ejemplo, en el texto que suscribe en la publicación, alude al "mantra" de que España no tiene horarios europeos.
"Un mantra que, a base de ser repetido por los grupos que piden el retraso de nuestro huso horario, ha calado en la sociedad española, explotando nuestra secular tendencia a la autoflagelación. Nuevamente incurre en el gravísimo error de razonar sobre un mapa plano cuestiones que se deben explicar sobre una esfera", ha explicado.
En cuanto a la publicación presentada, editada en gallego y castellano, busca poder servir "como documento de trabajo por parte de los poderes centrales u otras comunidades", según sus autores, que han adelantado que la edición en castellano será remitida en estos días al Gobierno central y a las cámaras legislativa. Posteriormente, también se remitirá la versión en gallego a los poderes de la Comunidad gallega y a sus órganos representativos.
LAS TRES POSTURAS, A DEBATE
Mira ha destacado la excepcionalidad de un libro en el que el lector podrá conocer las tres posiciones fijadas en la actualidad alrededor del huso horario: la de que no debería variar la situación actual, la de que España debiera unirse al huso de Reino Unido y Portugal, y la de que los parlamentos valenciano y balear pidieron un huso más próximo a Centroeuropa.
En la introducción de la publicación, Mira reflexiona acerca del "calado" del huso horario, toda vez que la hora oficial "afecta a todos y cada uno de los habitantes del país, sin excepción". Por eso, apela a que, cualquier cambio, se asiente sobre una reflexión "pausada" por parte de los responsables del Gobierno y "con el mejor asesoramiento posible".
Y es que, frente a quienes piden el cambio argumentando que "beneficiaría" los modos de vida de la sociedad, se sitúan quienes advierten del peligro de tal medida: "alertan del caos y coste de esa transición" y, sobre todo, de que dicho cambio no produciría "ninguna mejora significativa" en el estilo de vida español, que "no depende del huso".
Por todo ello, la publicación --que también ha sido redactada por los expertos José María Fernández-Creuet, José maría Martín Olalla y José Fernández-Albertos-- busca facilitar a ciudadanos y representantes para que se puedan formar una opinión "fundamentada" en este debate.
Mira, en cualquier caso, no esconde su postura contraria al cambio. Entre otros argumentos, señala que el huso español "es correcto y que la "estabilidad horaria" va muy ligada a la "estabilidad de un país". "En la Guerra Civil, los dos bandos cambiaron la hora varias veces", ha rememorado.
LOS ARGUMENTOS DE ARHOE
Desde la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) llevan solicitando desde hace años que el cambio de hora previsto para el último fin de semana de marzo --cuando los relojes se adelantarán una hora-- no debería efectuarse pues, como argumentan, de este modo se lograría que el país se rigiera por el huso horario correspondiente por su situación geográfica, es decir, el del meridiano de Greenwich.
Con el restablecimiento de la Hora Europea Occidental, ARHOE defiende que, entre otras ventajas, se tendría un despertar más natural, se favorecería el adelanto de horarios de alimentación y sueño y permitiría dormir más tiempo al estar más próximos a la hora solar natural. También creen que se fomentaría una jornada laboral más europea en muchos sectores económicos, de nueve a seis, posibilitando la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
"En la práctica ese ahorro energético no es significativo, ya que las jornadas de trabajo siguen siendo maratonianas y se sale de trabajar a deshoras, practicando más la cultura de la presencia que la de la eficiencia y menoscabando no solo la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de las personas, sino también perdiendo eficacia y productividad en las empresas", lamenta el presidente de ARHOE, José Luis Casero.
A su juicio, "en los estudios sobre ahorro energético, además de los gastos referentes a energía/luz, deberían tenerse en cuenta los de energía/aire acondicionado, que se disparan al haber más horas de luz por la tarde, y los de energía/consumo de televisión por emitirse los programas de 'prime time' hasta altas horas de la noche".
Casero dice ser "consciente de la complejidad de esta cuestión" pero lamenta "la demora que se está produciendo en la puesta en marcha del estudio socioeconómico, anunciado el pasado mes de diciembre por la ministra de Empleo, para ver las posibilidades que traería el cambio de huso horario" por lo que ha insistido en que seguirán "insistiendo al Gobierno hasta que cumplan lo prometido".
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