Nobel de Medicina de 1993 tacha de "crimen contra la humanidad" la postura contra los transgénicos porque son "seguros"

Nobel de Medicina de 1993 tacha de "crimen contra la humanidad" la postura contra los transgénicos porque son "seguros"
Nobel de Medicina de 1993 tacha de "crimen contra la humanidad" la postura contra los transgénicos porque son "seguros"
EUROPA PRESS
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Así lo ha indicado Roberts en la conferencia inaugural del I Congreso Internacional 'Pobreza y Denuncia sobre la destrucción de alimentos. Hambre en el mundo y alimentos emergentes: por una Nueva Humanidad', que organiza la Universidad Católica de Valencia (UCV). Roberts, impulsor del famoso manifiesto de 110 premios Nobel a favor el cultivo de transgénicos y contra la oposición a estos de Greenpeace y otras organizaciones ha expuesto la postura de los firmantes de la carta como apuesta para acabar con el hambre en el mundo.

El Nobel de Medicina no se ha retractado de lo que él y el resto de premiados por la Academia Sueca afirmaron en el citado manifiesto al considerar un "crimen contra la humanidad" la postura de Greenpeace y los partidos verdes al respecto de los alimentos transgénicos.

"Seguimos pidiéndoles que dejen de propagar falsas informaciones sobre los peligros de los cultivos transgénicos porque todas las pruebas científicas nos dicen que este es un método muy seguro; en todo caso, lo es mucho más que la selección vegetal tradicional", ha asegurado.

A su juicio, "ha llegado el momento" de que Greenpeace, junto a los partidos políticos y demás entidades que secundan sus reticencias y acusaciones contra los alimentos transgénicos, deje "de intentar asustar a todo el mundo". En este punto, Roberts ha deslizado una crítica muy tajante contra las mencionadas organizaciones: "Ese mensaje le puede ir muy bien a ellos para recaudar fondos, pero le va muy mal a las personas que se mueren de hambre en los países en vías de desarrollo".

De este modo, el investigador inglés ha insistido en que "no existe ni un solo científico en contra de los transgénicos que haya estudiado la cuestión" ya que ha asegurado que los que cita Greenpeace en sus informes son "pseudocientíficos, por no llamarlos simplemente charlatanes"

"Los humanos llevamos 25 años comiendo alimentos transgénicos o derivados de animales que se han nutrido de ellos y no se ha producido ni un solo incidente que nos diga lo contrario", ha sentenciado.

"SIN FUNDAMENTOS RACIONALES, SÓLO POR RAZONES COMERCIALES"

A la opinión científica de Roberts, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias vaticana, ha querido agregar durante un acto previo al inicio oficial del congreso la experiencia de su país: "Siendo argentino sé lo que significa la producción de alimentos transgénicos, especialmente el maíz, el arroz y la soja --Argentina produce el 70% de la soja del mundo desde hace 30 años--. No ha habido ninguna consecuencia negativa para el ser humano; al contrario, el alimento es muy superior en cantidad y calidad".

"Más aún, modificando la semilla de la soja se pueden plantar semillas del mismo tipo pero más apropiadas para climas lluviosos o más desérticos. La geopolítica y la geoeconomía de Argentina han cambiado gracias a esto, y provincias que antes eran pobres ahora son ricas. Naturalmente, en este proceso debe evitarse la deforestación para que esta no afecte a la biodiversidad", ha relatado.

Del mismo modo, monseñor Sánchez Sorondo ha recordado que en Europa se bebe "leche de vaca alimentada con transgénicos y animales que los han comido". Para el canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias hay una especie de "hipocresía" que debe sacarse a la luz, en un mercado europeo que rechaza estos alimentos "sin fundamentos racionales, sólo por cuestiones comerciales".

Finalmente, el obispo argentino ha negado la certeza de la tesis que maneja la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de que hay suficientes alimentos para todo el mundo y que el problema está en la distribución: "Es necesario contemplar y aceptar la producción de los alimentos y las semillas transgénicas, modificadas genéticamente", ha zanjado.

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