Segunda exhumación de expresidente chileno Montalva, que pudo ser envenedado por dictadura

Los restos del expresidente de Chile, Eduardo Frei Montalva (1964-1970), fueron exhumados este martes para ratificar si fue envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet en 1982, cuando murió de una súbita infección en momentos que se alzaba como un férreo opositor al régimen.

Miembro del partido Demócrata Cristiano y una de las principales voces contrarias a Pinochet, sus restos fueron exhumados desde el Cementerio General de Santiago, constató la AFP.

"Se ha procedido a la exhumación del cadáver del expresidente Eduardo Frei Montalva y el paso siguiente es tomar las muestras para poder hacer los estudios toxicológicos y todos los que determine la corte deben ser efectuados", dijo a periodistas Juan de Dios Reyes, director del Servicio Médico.

Frei Montalva murió el 22 de enero de 1982, a los 71 años, por una infección generalizada, en la clínica Santa María de Santiago, a donde había ingresado para operarse de una hernia.

En 2004, sus restos fueron exhumados por primera vez en busca de rastros de un agente tóxico que pudiera explicar la infección que le provocó la muerte tras ser operado sin mayores complicaciones.

Con la nueva exhumación, doce años después de la primera, lo que se busca es tener pruebas específicas sobre el agente químico que le fue introducido.

"Es un tema doloroso para la familia volver a repetir la misma escena de antes, sin embargo es extremadamente necesario hacerlo, porque con el avance de la tecnología y los avances científicos indudablemente que hay que aprovecharlo. Y en este caso implica, precisamente, poder consolidar la tesis del asesinato que en este minuto aparece como un envenenamiento por talio y gas mostaza", explicó el abogado querellante Nelson Caucoto.

La muerte de Frei se produjo cuando se alzaba como uno de los principales opositores a Pinochet en momentos que su régimen comenzó a enfrentar las primeras protestas sociales a inicios de la década de los años 80.

El exmandatario falleció en el mismo lugar donde nueve años antes murió el poeta y premio Nobel Pablo Neruda, de quien la justicia chilena investiga también pudo haber sido envenenado por la dictadura de Pinochet (1973-1990).

En abril pasado, el Neruda -un prominente miembro de Partido Comunista chileno- volvió a ser enterrado en su casa del balneario de Isla Negra, en la costa central del país, tres años después de ser exhumado en busca de agentes químicos que le pudieron ocasionar la muerte, atribuida hasta ahora al agravamiento de un cáncer de próstata.

En el marco de la investigación por la muerte de Neruda, que se abrió en 2011 luego de que un exasistente revelara que horas antes de su muerte recibió una inyección en el pecho, los equipos jurídicos han determinados que en ambas muertes operó parte del mismo cuerpo médico y de enfermeras.

La investigación por la muerte del exmandatario, a cargo del juez Alejandro Madrid, se abrió mucho antes que la de Neruda, pero paulatinamente ha ido hallando coincidencias en el actuar de agentes de la dictadura de Pinochet, que desarrolló armas químicas para el exterminio de opositores.

En el marco de esta investigación fueron ya procesados dos agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), la policía política de de Pinochet, y cuatro médicos -como cómplices y encubridores- que atendieron al exmandatario, tras determinar que su muerte se produjo por un envenenamiento causado por agentes de la dictadura.

La dictadura militar de Pinochet dejó más de 3.200 muertos y unos 38.000 torturados.

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