Retrasar el primer embarazo aumenta las probabilidades de sufrir cáncer de mama

  • El perfil de la paciente es el de una mujer con un embarazo tardío, después de los 30 años, y en la que se observa un rápido crecimiento tumoral.

    Cuando se retrasa la gestación las células han estado expuestas a diferentes carcinógenos durante mucho tiempo y es posible que el embarazo estimule el crecimiento anómalo de esas células ya dañadas previamente.

La mitad de los casos de cáncer de mama gestacional son agresivos y difíciles de tratar
La mitad de los casos de cáncer de mama gestacional son agresivos y difíciles de tratar
EUROPA PRESS
Ana Domingo

Son las conclusiones de un estudio en el que han participado 70 pacientes de tres centros españoles. Retrasar la edad de la maternidad aumenta las probabilidades de padecer cáncer de mama. El motivo, según los investigadores es que "La maduración del tejido mamario finaliza con el primer embarazo y la lactancia".

Sin embargo, cuando la gestación se retrasa las células han estado expuestas a diferentes carcinógenos durante mucho tiempo y es posible que el embarazo estimule el crecimiento anómalo de esas células ya dañadas previamente, según detalla Juan de la Haba, director de la Unidad de Mama e Investigación Clínica del Reina Sofía e investigador principal del estudio.

De hecho, el perfil de la paciente es el de una mujer que se queda embarazada tarde, después de los 30 años, y que sufre un "rápido crecimiento tumoral", ha explicado este experto, que admite que son tumores más difíciles de detectar.

Aproximadamente la mitad de los casos de cáncer de mama gestacional, en mujeres embarazadas o en el año posterior al parto, son tumores basales que se caracterizan por la ausencia de expresión de receptores hormonales y HER-2, lo que hace que sean más agresivos y difíciles de tratar.

Son las conclusiones del estudio del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica que se celebra en Copenhague (Dinamarca). Estos resultados permiten profundizar en las razones por las que el embarazo puede convertirse en un motivo de riesgo para el desarrollo de estos tumores en algunas mujeres.

El cáncer de mama gestacional se puede desarrollar durante el embarazo o en el primer año posterior al parto, siendo una situación clínica poco frecuente que representa entre el 6 y 15 por ciento de los tumores de mama en mujeres de 24 a 44 años. De hecho, el embarazo representa un factor protector frente al cáncer de mama, sobre todo cuando se produce a edades tempranas.

Sin embargo, y a pesar de su escasa incidencia, en los últimos años se ha observado un aumento del número de casos "asociado probablemente al retraso de la edad del primer embarazo", ha reconocido Los cambios en la mama, más frecuentes en la gestación

Esto se debe a que en el embarazo son frecuentes los cambios en la mama, por lo que "cualquier bulto sospechoso se suele atribuir a la gestación". Además, el diagnostico de un cáncer de mama durante el embarazo supone un "gran impacto emocional para la mujer y su entorno", afirma De la Haba.

En cuanto al tratamiento, tras el período crítico para el feto que concluye en el primer trimestre, existen opciones terapéuticas eficaces que se pueden emplear durante el embarazo sin incrementar de manera significativa el riesgo para el bebé ni la madre.

"Salvo la radioterapia, que en algunos casos puede provocar que se adelante la fecha prevista de parto, y algunas quimioterapias, el resto de terapias y tratamientos se administran con normalidad", ha indicado este experto.

Sin embargo, a raíz de este hallazgo el siguiente paso será identificar una firma genómica asociada al cáncer de mama gestacional que pudiera "poner sobre aviso antes de que esta situación ocurra, especialmente en aquellas mujeres que fueron diagnosticadas de cáncer de mama y que desean tener hijos".Quimioterapia adyuvante en fase inicial

Durante este congreso también se presentará un subanálisis que explora el beneficio clínico asociado al uso de quimioterapia adyuvante (posterior a la cirugía) en pacientes con cáncer de mama en estadios iniciales de la enfermedad mediante el análisis del índice entre los neutrófilos y linfocitos (NLR), un marcador inmunológico asociado con peor pronóstico en pacientes con diferentes tumores sólidos.

Según explica el doctor Alberto Ocaña, responsable de este trabajo, han estudiado el grado de activación del sistema inmune o de inflamación que existe en las pacientes antes de empezar la quimioterapia, hallando el índice existente entre neutrófilos y linfocitos.

"Así, hemos observado que un índice más elevado (lo que implica una mayor inflamación), se traduce en un peor pronóstico para las pacientes. Este índice más elevado se produce sobre todo en las pacientes con cáncer de mama HER2 enriquecido y en aquellas con tumores que son receptores de estrógenos y progesterona negativa", detalla este experto.

Esta primera fase del estudio ha incluido a 1.243 pacientes de 30 hospitales españoles y el objetivo es que en una segunda fase se amplíe el estudio del índice NLR al escenario del cáncer de mama metastásico, cuando la enfermedad está diseminada y existe más inflamación.

"El objetivo es encontrar un marcador que ayude a la hora de tomar decisiones terapéuticas. Queremos ver resultados más significativos para comprobar si, en este tipo de tumor hay más inflamación que en el cáncer de mama en estadios iniciales", concluye el doctor Ocaña.

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