Científicos españoles alertan que calentamiento seguirá en próximos 30 años

Madrid, 3 abr.- Los autores españoles que han participado en el último informe de las Naciones Unidas sobre cambio climático han advertido hoy de que el calentamiento del planeta continuará en los próximos 30 ó 40 años, aún adoptando políticas de mitigación y adaptación, y han urgido a la acción.

Los científicos españoles, recién llegados de Yokohama (Japón), donde se presentó este lunes el informe del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC) sobre impactos y opciones de adaptación al fenómeno, forman parte de los alrededor de 2.000 investigadores que han contribuido a este documento, entre autores principales y revisores.

"El mundo del futuro es un mundo incierto", ha aseverado el catedrático José Manuel Moreno, vicepresidente del Grupo II del IPCC, encargado de este segundo capítulo del Quinto Informe del Panel.

En el marco de cualquier planificación el calentamiento seguirá en los próximos 30 ó 40 años, ha añadido este catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, en las jornadas "Cambio Climático 2014: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad", organizadas por la Oficina Española de Cambio Climático (Ministerio de Medio Ambiente).

En su opinión, hay que adaptarse porque el cambio climático va a ocurrir "hagamos lo que hagamos, no hay más remedio que adoptar decisiones porque el marco de incertidumbre es pequeño".

Si se frena el ascenso de la temperatura consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero (0.85 grados entre 1850 y 2012) y no se supera el grado o grado y medio, "no entramos en los bordes rojos de la preocupación", pero, de lo contrario, los riesgos serán "muy grandes para la gobernanza del mundo".

"La pelota está en nuestro tejado", ha resumido gráficamente el investigador del IPCC, la red científica más extensa del planeta que se ocupa del cambio climático.

Sobre los costes de la adaptación, Anil Markandya, del Centro Vasco del Cambio Climático, ha dicho que la teoría y las evidencias indican que la adaptación no servirá para superar, en general, todos los efectos del cambio climático.

"Además de los límites biofísicos, algunas opciones adaptativas serán simplemente demasiado costosas", ha añadido el científico, que también ha aclarado que no todas estas acciones requieren de inversión.

Las estimaciones económicas de estas acciones giran en torno a 70.000 y 100.000 millones de euros anuales para el 2050, pero Markandya ha puntualizado que la confianza en estas cifras es baja porque se carece de suficiente información.

Por su parte, el catedrático de la Universidad de Cantabria Ínigo Losada, que ha coordinado el capítulo referido al cambio climático en la costa, ha dicho que el escenario trazado por este último informe es más desfavorable que el anterior.

"El mensaje es que el nivel del mar seguirá creciendo, aunque ahora mismo se adopten medidas de mitigación, y entre sus consecuencias está la erosión de las playas y de las dunas.

A final de siglo, ha agregado Losada, España debería subir sus defensas en la costa de entre cuarenta y sesenta centímetros.

Gerardo Benito, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, experto en recursos de agua dulce, ha aludido a la complejidad de relacionar el cambio climático con la hidrología, pues es complicado observar sus impactos, pero sí existe consenso en torno a que los efectos "van a ser muy importantes".

Entre estas implicaciones figura el deshielo de los glaciares, la reducción del acceso al agua potable y la mayor frecuencia del número de sequías, aunque la distribución geográfica no será igual.

En el caso de que la temperatura ascienda a un grado, los recursos hídricos descenderán un 20 % con un 7 % de crecimiento demográfico.

En el acto de inauguración, la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Madro, ha señalado que su intención es 2014 sea el de la adaptación y que deje de ser la "hermana pequeña" para convertirse en una "realidad cotidiana".

En las jornadas han intervenido también Feliú López i Gelats, del Centro catalán de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario; Ana Iglesias, de la Universidad Politécnica de Madrid, Ramón Vallejo, de la Universidad de Barcelona, y Ernesto Rodríguez, de la Aemet.