El tipo de crianza condiciona el ecosistema microbiano del aparato digestivo de los rumiantes

  • Un equipo internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha encontrado claras diferencias en la colonización microbiana desde el primer día de vida en rumiantes según el método de crianza elegido (natural o artificial).
El tipo de crianza condiciona el ecosistema microbiano del aparato digestivo de los rumiantes
El tipo de crianza condiciona el ecosistema microbiano del aparato digestivo de los rumiantes
EUROPA PRESS
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El ecosistema microbiano del aparato digestivo de los mamíferos tiene un papel importante en la salud del individuo, pero en el caso de los rumiantes determina, además, su productividad, por lo que los resultados del estudio, que han sido publicados en la revista 'PLOS ONE', pueden ayudar a mejorar la productividad de estos animales.

Modificar la composición del microbioma en individuos adultos es difícil, ya que el ecosistema se ha establecido y ha sido aceptado por el sistema inmunitario. "Sin embargo, durante un periodo que puede oscilar entre las dos y las tres semanas tras el nacimiento, se puede intervenir en el proceso de colonización, generando efectos que persistan a largo plazo", explica el investigador del CSIC David Yáñez, de la Estación Experimental del Zaidín, en Granada.

Para este trabajo, los científicos han realizado un seguimiento del proceso de colonización microbiana del aparato digestivo de rumiantes, en concreto, cabras, estudiando muestras recogidas a los 3, 7, 14 y 28 días tras el nacimiento. También han analizado la respuesta inmunitaria. Ambos aspectos se han evaluado atendiendo a dos métodos de crianza: natural (con la madre) y artificial (separando a las crías de los adultos y proporcionándoles un sustituto de leche). Este último es el que se emplea en la mayoría de los sistemas de producción de leche.

El estudio destaca que hay variaciones entre una crianza natural y una artificial. En la primera, la colonización microbiana es más rápida y presenta un ecosistema microbiano más diverso, lo que repercute en un mejor desarrollo digestivo. Pero si se atiende a la respuesta inmunitaria, no se encuentran grandes diferencias entre los dos sistemas de crianza. "Hemos comprobado que durante esas primeras dos o tres semanas se puede promover la colonización de determinados microorganismos beneficiosos sin que el animal los rechace y que permanezcan en su etapa adulta, lo que abre la posibilidad de desarrollar nuevas intervenciones nutricionales en el futuro", concluye Yáñez.

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