El doctor Otero se ha expresado así en el marco de una rueda de prensa junto a su colega Raúl de la Cruz Marcos, representante de la Sección de Médicos en Empleo Precario del Colegio de Valladolid, quienes han presentado una encuesta sobre la situación de los profesionales en la provincia.
El presidente del Colegio de Médicos de Valladolid ha calificado de "crítica" la situación de los facultativos en la Comunidad es "crítica" y la intención del estudio es que los políticos, que tienen que decidir dónde se sitúa el dinero, sean conscientes de ella toda vez que, ha recordado, en 2011 ya se advirtió de que si se seguían bajando los presupuestos la calidad de la atención se iba a ver "deteriorada", algo que cree que era "evidente".
Otero ha señalado que la Consejería de Sanidad destina 1.320 euros de presupuesto por habitante y año a la sanidad pública, algo insuficiente y que además es menos que lo que destinan otras comunidades autónomas.
Por eso, ha demandado no sólo más fondos, sino que el presupuesto vaya a "donde más falta hace", que a la vista de esta encuesta es, por un lado, a "cuidar" a los profesionales y, por otro, a la inversión y renovación de tecnología clínica, a la que beneficia directamente a los pacientes.
En concreto, ha abogado por invertir más en este tipo de tecnología y dejar "para otras ocasiones" lo que ha definido la "fascinación tecnológica por las TICs" como la receta electrónica, el anillo radiológico o los sistemas informáticos.
En cuanto a la receta electrónica, el presidente del Colegio de Valladolid cree que no era algo "absolutamente necesario" y, aunque funciona bien, aún tiene "algunos problemas". Además, la interoperabilidad con otras comunidades y el hecho de facilitar el tratamiento a los pacientes en otras comunidades, aunque cree que tiene que funcionar, lo atribuye más a un problema de cohesión territorial.
PRIORIDADES
En la misma línea, ha apuntado que otras inversiones como el anillo radiológico o la unificación de los sistemas informáticos de atención Primaria y Hospitalaria son cuestiones que pueden ser menos urgentes frente a lo que se recoge en informe realizado sobre la situación laboral de los médicos.
Para el mismo se remitió en noviembre de 2015 una encuesta a todos los colegiados en activo de Valladolid (unos 2.900 de alrededor de 3.500 asociados) y se obtuvo respuesta de 635.
De este informe se desprenden como principales problemas la inestabilidad y precariedad laboral o la conciliación de la vida laboral y familiar, entre otras cuestiones.
Por lo que se refiere a la inestabilidad laboral, se recoge que casi el 50 por ciento de los médicos tienen una relación contractual "voluble", lo que consideran que no sólo condiciona a los profesionales, sino que también tiene un importante efecto en los pacientes, al dificultar en gran medida la continuidad asistencial.
A efectos prácticos lo que sucede es que el paciente, en numerosas ocasiones, pierde a su médico de referencia para un problema de salud concreto o, incluso, cada vez que acude a una consulta de revisión le atiende un médico diferente, algo que es más gravoso en Atención Primaria, que requiere un seguimiento y conocimiento del entorno del paciente.
La precariedad, además de en la baja calidad de contratación (los médicos de Valladolid tuvieron una media de 2,4 contratos de enero a noviembre de 2015, aunque hubo algunos que sólo tuvieron uno y otros que llegaron hasta los 25), también se mide en la carga laboral, generada en su mayor parte por la práctica ausencia de sustituciones.
En concreto, según el informe, el 67 por ciento de los médicos nunca son sustituidos cuando han de ausentarse de sus quehaceres, pero a esto se suma la falta de refuerzos y otros aspectos que influyen en la precariedad como la calidad de las infraestructuras, el contar con medios humanos y técnicos adecuados, etcétera.
Destaca que el 29,4 por ciento de los encuestados valoran los medios técnicos como "deficientes" o "inadecuados" y un 41,9 por ciento de los profesionales ven también de esta forma los medios humanos de apoyo (enfermeros, médicos colaboradores, etcétera) con los que cuentan.
El Colegio ha señalado que la conciliación de la vida laboral y familiar, a pesar de que es una asignatura pendiente en la mayoría de los ámbitos laborales en España, en el caso de los médicos aseguran que también ha empeorado. Así, señalan que el 56 por ciento de los médicos no disponen todos los meses del año de sus turnos laborales con la suficiente antelación para poder organizar su vida familiar, pero un 35 por ciento no dispone de ellos ni la mitad de los meses del año.
ACCESIBILIDAD A PRUEBAS
En cuanto a la accesibilidad a los medios diagnósticos disponibles, el 35 por ciento de los médicos no puede solicitar las pruebas complementarias que precisa para la atención de sus pacientes, sin restricciones.
Es más, el 22 por ciento manifiesta no tener, ni si quiera, acceso a dichas pruebas complementarias consideradas necesarias.
No obstante, pese a todos estos condicionantes, a los que se suma que casi el 74 por ciento de los médicos manifiestan no sentirse reconocidos de forma adecuada en su faceta profesional por parte de la institución o empresa en la que prestan sus servicios profesionales, los médicos de Valladolid consiguen mantener un nivel de motivación adecuado para el desarrollo de su actividad profesional, con un 6 de media sobre 10, aunque un 25 por ciento lo puntúan por debajo del 5.
Además, aseguran mantener un nivel adecuado de actualización en conocimientos que, según los datos obtenidos, se consigue con la dedicación de tiempo fuera del horario laboral, en detrimento del horario personal y familiar, que suma unas 7,5 horas a la semana.
A pesar de la motivación que expresan los médicos, el informe también advierte del límite al que se llega con esta situación, ya que el 38 por ciento de los médicos de Valladolid que se han planteado trasladarse a otra comunidad autónoma y el 30 por ciento emigrar profesionalmente a otro país.
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