CASI 2.000 MILLONES DE PERSONAS DEPENDEN DE COMIDA PROCEDENTE DE OTROS PAÍSES

La seguridad alimentaria de unos 1.400 millones de personas depende de las importaciones y otros 460 millones viven en zonas donde el aumento de los productos procedentes de otros países no es suficiente para compensar la falta de producción local, con lo que cerca de 2.000 millones necesitan comida del exterior.
Así se recoge en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Aalto (Finlandia), que ha analizado la conexión entre la escasez de recursos, la presión demográfica y las importaciones de alimentos a partir de estadísticas de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
“Aunque esto ha sido un tema de discusión global desde hace mucho tiempo, las investigaciones anteriores no han sido capaces de demostrar una conexión clara entre la escasez de recursos y las importaciones de alimentos. Realizamos un análisis global desde 1961 hasta 2009 centrado en regiones donde la disponibilidad de agua restringe la producción y evaluamos hasta qué punto la creciente presión de la población fue satisfecha por el aumento de las importaciones de alimentos”, explica Miina Porkka, coautora del estudio.
El estudio, publicado en la revista ‘Earth’s Future’, indica que las importaciones de alimentos aumentaron en el 75% de las regiones escasas de recursos alimentarios a medida que la producción local se volvía insuficiente.
SISTEMA ALIMENTARIO SENSIBLE
Joseph Guillaume, coautor del estudio, apunta que el gran problema es que la gente no es consciente de que la gente elige la dependencia de las importaciones sobre la inversión adicional en la producción alimentaria local. “Parece obvio el buscar en otro lugar cuando la producción local no es suficiente y nuestro análisis muestra claramente que es lo que sucede. Tal vez ésa sea la elección correcta, pero no debe darse por sentado”, apunta.
El estudio indica que el sistema alimentario internacional es sensible y los choques entre precios y producción pueden propagarse ampliamente y socavar la seguridad alimentaria, especialmente en los países más pobres que dependen de las importaciones, con lo que una alternativa viable sería invertir para aumentar la capacidad local de producir alimentos.
Los investigadores indican que en el África subsahariana y en la India existen oportunidades para mejorar sustancialmente la producción de alimentos con un uso más eficiente de los nutrientes y mejores sistemas de riego.
“Mantener la demanda de alimentos bajo control es la cuestión clave. El control del crecimiento de la población desempeña un papel esencial, pero también sería importante mejorar las cadenas de producción reduciendo los desechos de alimentos y el consumo de carne. Dado que se desperdicia una cuarta parte de todos los alimentos producidos en el mundo, reducir esto sería realmente significativo a nivel mundial”, concluye Porkka.

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