La nueva temporada ha presentado pocas novedades en el plano de la telefonía móvil, pero un claro perdedor: Samsung. La compañía surcoreana ha sufrido el mayor batacazo de su historia debido al infructuoso lanzamiento del Samsung Galaxy Note 7, el sobrecalentamiento de las baterías y su combustiones.
A la espera de una explicación oficial sobre el qué causaba esas explosiones, la compañía ya ha anunciado que está trabajando en sus nuevos modelos, el Galaxy S8 y el Note 8. Además, ha confirmado que en Corea del Sur los que adquieran un Note 7 defectuoso podrán tener los nuevos modelos a mitad de precio. Si esta política se aplicará a todo el mercado "Dependerá de la situación de cada país", contestaron desde la compañía a Reuters.
Esta estrategia de fidelización busca que los devotos a Samsung no se cambien a otras compañías, como Apple o a Google, que parece dispuesto a luchar en el mercado de los smartphones. Los modelos saldrán al mercado en los próximos meses, aunque puede que la intención de averiguar que falló con el Note 7 los retrasen. De momento, el Galaxy 8 se espera para el Mobile World Congress de Barcelona de 2017.Retirados del mercado y un coste de casi 5.000 millones
Tener que retirar el Samsung Galaxy Note 7 del mercado costará casi 5.000 millones de euros a la compañía surcoreana. Lo que se creía que en un primer momento eran unas baterías defectuosas, acabó significando la retirada de los terminales del mercado. E incluso se instó a los compradores que devolviesen los móviles, con la intención de sustituirlos y evitar alguna explosión indeseada.
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