Snapchat planea su salida a Bolsa, ¿fracasará como lo hizo Twitter?

Muchos todavía no saben que es un 'snap', pero deberían empezar a preguntarse qué hacen los más jóvenes cuando ponen muecas mirando su teléfono. Seguramente estén intentando mandar un mensaje por Snapchat, la red social de fotos y vídeos temporales que planea su salida a Bolsa para marzo de 2017.

De momento todo va sobre raíles. Medios estadounidenses llevan tiempo asegurando que la Oferta Pública de Venta (OPV) -la operación financiera para vender una parte de la empresa al público- de Snapchat podría rondar entre los 25.000 y 35.000 millones de dólares.

Esta sería la salida a Bolsa más voluminosa de una empresa tecnológica estadounidense desde hace varios años, situándose por delante de la de Twitter, que salió a Bolsa en 2013. Se quedaría, eso sí, por detrás de la china Alibaba, que batió todos los récords en 2014 con una valoración de 168.000 millones de dólares.

Si consigue esa capitalización en su primer día, triplicaría en su primer día el valor de Twitter, que actualmente está valorada en unos 12.000 millones. Desde la salida a Bolsa de la red social del pajarito sus títulos se han depreciado en torno al 30%. El precedente de Twitter

Cuando Twitter salió a Bolsa en 2013 sus acciones costaban 26 dólares, ahora ronda los 19. Su valor en Bolsa y sus cuentas, en rojos, no han dejado de empeorar desde que se lanzó a las garras de los mercados. Recientemente anunció que despediría al 10% de su plantilla y que cerraría Vine, su filial de vídeos en bucle.

El lastre de Twitter ha sido su escasa capacidad de innovación. Estar encadenado a los 140 caracteres acaba generando sopor entre los usuarios, que no sólo se han ido de la red social, sino que ha dejado de atraer a nuevos internautas. Snapchat por el contrario no deja de crecer en volumen de usuarios, especialmente entre la gente joven. Si en usuarios Twitter todavía gana, en usuarios activos gana Snapchat, con 150 millones por los 140 de la red de microblogging.

La empresa de Evan Spiegel, el fundador de Snapchat, deberá lidiar no sólo con la obsolescencia y la limitación de su red social. Deberá enfrentarse a la competencia, a rivales tan duros como Instagram, que recientemente incorporó una actualización en la que permite enviar vídeos y mensajes instantáneos.Las Spectacles, la forma de transformar el éxito en ingresos

A la espera de su salida a Bolsa, Snapchat ya ha comenzado a diversificar su gama de productos. En Estados Unidos se han empezado a vender las Spectacles, unas gafas con las que se puede captar la realidad como si se tratase de una cámara del teléfono móvil.

Gracias a la limitación de la oferta -es una edición con un número finito de unidades, pero si gustan harán más-, los usuarios de Snapchat están dispuestos a moverse por todo el país con tal de hacerse con unas. Y muchos de ellos se quedan con las ganas. Las gafas, que cuestan 129 dólares, llevan dos semanas en el mercado. 

No sólo juegan con una oferta limitada, sino que también las venden durante cortos períodos de tiempo en lugares concretos que van cambiando. La locura está haciendo que haya gente dispuesta a comprarse un billete de avión para desplazarse al punto de venta.

Este fenómeno colectivo no deja de recordar a Pokémon Go. Otra aplicación que acabó engullida por su fama. Snapchat se encuentra en la cresta de la ola, su fama hace pensar en un futuro fulgurante. Pero el caso de Twitter sienta un precedente que puede volver a repetirse.Innovar o morir

Que sean los jóvenes el principal público de Snapchat -se calcula que el 85% de sus usuarios tienen entre 13 a 34 años- es su principal ventaja. Esa franja de edad es el principal objetivo de las marcas, motivo por el que intentan cada semana incorporar filtros donde se hacen publicidad de sus productos. Ya sea la última película para niños o una marca de alimentación.

Esta curva de crecimiento se podría estancar si no renueva sus funciones o, como en el caso de las Spectacles, llevar su negocio un paso más allá. El cementerio de redes sociales está lleno de empresas que, como Snapchat, parecían imbatibles. A partir de 2017 se sabrá si su vida fue tan corta como sus vídeos.