Andrea Janeiro, la explotación de la imagen infantil en diferido

  • El 20 de julio de 2017 Andrea Janeiro, famosa por ser hija de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique, cumplía la mayoría de edad. 

    Recopílame todas las imágenes de Andreíta, que el jueves cumple 18 años"... se escuchó en alguna que otra redacción. 

Andrea Janeiro, la explotación de la imagen infantil en diferido
Andrea Janeiro, la explotación de la imagen infantil en diferido
Borja Terán

"Recopílame todas las imágenes de Andreíta, que el jueves cumple 18 años". En las últimas semanas, esta frase ha sonado en gran parte de las redacciones de los programas de televisión sobre crónica social y de las revistas de prensa rosa.

El pasado jueves, día 20 de julio de 2017, Andrea Janeiro, famosa por ser hija de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique, cumplía la mayoría de edad. 18 años en los que ha sido protagonista involuntaria de un culebrón nacional de éxito televisivo.

Todo arrancó hace casi veinte años, cuando los responsables de las cadenas se percataron de que la ex de Jesulín de Ubrique propulsaba las audiencias con sus entrevistas, pues representaba un rol identificable para un buen sector del público.

Esteban narraba su vida sin demasiados tapujos, con una perturbadora y reconocible espontaneidad, muy propia del barrio, de la calle, del pueblo. De ahí que rápidamente se le impusiera un mote con el que ella enseguida pareció sentirse cómoda: “princesa del pueblo”.

Desde entonces, su vida, sus circunstancias y sus trapos más sucios han resultado infalibles en televisión. Hay una indudable audiencia fiel que se sintió reconocida en el relato de una chica abandonada a su suerte, con una niña en brazos.

Y esa niña en brazos, era Andreíta. Pero la familia decidió proteger la imagen de la menor de edad. Los años han pasado con su rostro pixelado en programas y publicaciones. Hasta su 18 cumpleaños. Entonces, según la Ley vigente ya no hay que ocultar el rostro de la niña. No sólo a partir de la fecha del aniversario, también desde su nacimiento.

A las 12 en punto de la noche del día del cumpleaños de Andrea Janeiro, ya se lanzaron recopilatorios con toda la existencia de Andrea Janeiro resumida en imágenes. De golpe, su infancia quedaba desprotegida en diferido. La Ley lo permite claro. Y los medios no han dudado en exprimir la curiosidad de un público que ansiaba saber cómo era y también cómo había sido la niña que no se comía el pollo.

Andreíta ya es una estrella mediática, aunque ya nació como bebé que sirvió para impulsar la identificación de la audiencia en su madre. Ahí se sembró la semilla del éxito del culebrón más rentable de la televisión en España: Belén Esteban "dejada" por un torero y con su niña en una gran finca, Ambiciones, que ni Falcon Crest. Esa premisa de guion fue el germen de una historia que todavía no ha agotado sus capítulos. Andrea Janeiro ya es sucesora de portadas a toda página. Las cadenas de televisión y las revistas necesitan que continúe la saga.  

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