Radio Gaga: el milagro de la televisión que ayuda a romper prejuicios

  • Un programa revelación que emite Cero (Movistar+, los jueves a las 22.00h) y que apuesta en España por la 'slow TV', la televisión sin prisas.

    Radio Gaga fue ofrecido a TVE y resultó rechazado, pero ejemplifica la esencia de la televisión pública por su aporte social.

Radio Gaga: el milagro de la televisión que ayuda a romper prejuicios
Radio Gaga: el milagro de la televisión que ayuda a romper prejuicios
Borja Terán

"Somos Manuel Burque y Quique Peinado… ¡y hemos venido a escucharos!". Así comienza el nuevo programa de Cero (producido por DLO), 'Radio Gaga'. Ya sólo esa primera frase, es una declaración de intenciones en una televisión en la que no se suele escuchar a la gente de la calle tanto como debería.

Y este brillante espacio, versión española de un formato belga, consigue un emocionante retrato de personas con una vida especial. Lo logra sin un ápice de sensiblería. Esa es la base y valor del programa: la mirada limpia de dos guionistas, con cierto toque de cómicos y mucho compromiso con su tiempo, Quique Peinado y Manuel Burque, que preguntan con naturalidad, sin realizar ningún énfasis morboso en nada y, al mismo tiempo, consiguen que los protagonistas se abran y nos regalen un testimonio que abruma por su honestidad y sinceridad.

Radio Gaga es un programa para creer más en el ser humano e incluso en la televisión. En su primera emisión, la caravana que es el símbolo del formato y que esconde el pequeño estudio de radio móvil, ha parado en una residencia de salud mental en León. Sus usuarios cuentan sus vivencias a la vez que dedican canciones que marcan sus vidas. Dentro de la residencia, sus compañeros escuchan la emisión o siguen con su cotidianidad. Esto también lo muestra el programa. Se entremezcla así la emoción y la identificación en un mundo que no suele retratar la televisión en España, ya que se piensa que estos temas, tratados sin sensacionalismos extras y músicas lastimeras de fondo, espantan a la audiencia.

El poder de la idea de llevar un programa de tele a un estudio portátil de radio ayuda a provocar el milagro, las cámaras de la tele no son intrusivas. Están lejos, lo suficientemente lejos. Y son cámaras pequeñas, lo suficientemente pequeñas. La conversación de Quique, Burque y la necesidad de ser escuchados de los protagonistas hacen el resto.

Pero, sobre todo, este primer programa de Radio Gaga (el próximo jueves se emite el segundo capítulo) realiza una importantísima labor de divulgar y visibilizar las enfermedades mentales, que cuentan con un terrible estigma social. El formato realiza, por tanto, un encomiable servicio público para derribar este tipo de prejuicio. De hecho, muestra una realidad social sin guetos ni estereotipos: con la naturalidad de explicarlo en primera persona, lo que derriba tabúes en el espectador e incluso propicia cierto sentimiento de identificación.

Radio Gaga fue ofrecido a TVE y resultó rechazado, pero ejemplifica la esencia de la televisión pública, ya que retrata sin condescendencias ni morbos unas realidades que son parte de nosotros mismos. De hecho, es una televisión que nos hace entendernos mejor a nosotros mismos.

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