Análisis de 'Juego de tronos' 6x10

  • 'Juego de tronos' se ha despedido por todo lo alto con el décimo y último capítulo de su sexta temporada, titulado 'Vientos de invierno'.

    La semana pasada pensamos que habíamos alcanzado el culmen con la Batalla de los Bastardos, pero lo que ha conseguido transmitirnos el 6x10 alcanza otro nivel.

Análisis de 'Juego de tronos' 6x10
Análisis de 'Juego de tronos' 6x10
HBO
Marta S. Ortigosa

[Atención spoilers] 'Juego de tronos' se ha despedido por todo lo alto con 'Vientos de invierno', el décimo y último capítulo de su sexta temporada. La semana pasada pensamos que habíamos alcanzado el culmen con la Batalla de los Bastardos y la macabra (y agradable) muerte de Ramsay Bolton. Fue grandioso en toda su producción. Pero lo que ha conseguido transmitirnos el 6x10 alcanza otro nivel. Bien es cierto que, a diferencia del anterior, en el que todo se centró en el norte y Meereen, en 'Vientos de invierno' había muchas tramas que abarcar y 'cerrar'.

El director Miguel Sapochnik ha demostrado que sabe cómo ganarse los elogios de los fans. Ha sabido darle ritmo a sus episodios y cumplir así con nuestros más fervientes anhelos de ver las tramas avanzar con buen paso, aunque para ello haya tenido que recurrir al 'teletransporte', tradición ya en esta temporada. Le perdonamos esta licencia si es por ofrecernos un mejor espectáculo.

[Actualizamos: a raíz de todos los comentarios vertidos sobre el teletransporte (a nosotros también nos resultó chocante lo de Varys en un principio), el guionista de la serie Bryan Gogman ha querido aclarar el asunto en Twitter: "Las líneas temporales de cada trama no tienen por qué suceder al mismo tiempo necesariamente. Esto es para evitar cosas como, por ejemplo, tener a Arya metida en un barco durante cuatro episodios. [En la primera temporada] nos dimos cuenta de que eso se cargaría la fuerza de alguna situaciones". Es decir, que entre la escena de Varys en Dorne y la del barco pueden haber pasado semanas o meses, lo que ha permitido a la Araña regresar, y esta vez acompañado de la flota Martell (en la secuencia final se ven embarcaciones con el escudo de la lanza y el sol en sus velas)].

Desde el primer instante, el tañido de las campanas de Desembarco del Rey presagian que algo grande se avecina, y no precisamente un juicio ante los siete septones. Con una música instrumental para preparar el ambiente y unos artísticos primeros planos de Tommen, Cersei y Margaery, el episodio no podría empezar con más fuerza, y sin necesidad de violencia...de momento. Desde que escuchamos a Cersei hablar con Qyburn sobre "el rumor" dos capítulos atrás, nuestra cabeza se puso a funcionar, y hoy descubrimos que con acierto. Cersei siempre ha sido una amante de amenazar con quemar ciudades hasta los cimientos, pero faltaba ver sus intimidaciones convertidas en realidad. Y vaya que con la Reina Madre...

Tras una temporada en la que la hemos visto atada de manos por el Gorrión Supremo y sus gorrioncillos, sin mucho protagonismo sobre lo que acontece en la capital, Cersei ha acabado por todo lo alto: sentada en el Trono de Hierro y proclamada reina de los Siete Reinos. Pero para llegar hasta aquí, antes ha ocurrido mucho, todo al compás de la fabulosa música. 

Cersei planea con detalle y precisión la muerte del Gorrión Supremo, los Tyrell y todos los seguidores de la Fe Militante presentes en el juicio contra Loras y ella misma. Pero lo primero es proteger a la familia, y para ello envía a Ser Gregor Clegane (a quien vemos el rostro más tarde cuando le encarga la propia Cersei torturar a la septa Unella) a los aposentos de Tommen, para vigilar que no se dirija al Gran Septo de Baelor, donde Loras está en ese momento arrepintiéndose de sus pecados y convirtiéndose a la Fe de los Siete. Cuando le toca el turno a Cersei, y esta no está presente, Margaery empieza a sospechar. La reina no quiere esperar a ver qué es lo que está ocurriendo e intenta, sin éxito, escapar con su hermano y su abuelo. Pero ya es demasiado tarde.

Decenas de barriles con fuego valyrio pueblan la zona subterránea del Gran Septo. Cersei se las ingenia para que su primo Lancel Lannister sea arrastrado a los túneles y apuñalado por un niño, para ver ante sus ojos como las velas se consumen y causan una espectacular explosión que se abre hueco hacia la superficie y desmenuza a todos los allí presentes. Como parte de su plan también muere el Gran Maestre Pycelle, a manos de los pajaritos de Qyburn. Lo que no estaba ni mucho menos en su ideario era que Tommen se lanzase por la ventana al ver el desolador paisaje. Al final, como ella temía, Maggy la Rana acertó con su profecía en lo que a sus hijos respecta: "Dieciséis [hijos] para él, tres para ti. De oro serán sus coronas y de oro sus mortajas. Y cuando las lágrimas te ahoguen, el valonqar te rodeará el cuello blanco con las manos y te arrebatará la vida".#GoT6x10

Tanto proteger a Tommen para que no fuera al Septo de Baelor y que después se tire por la ventana... pic.twitter.com/AoS498ntnu— Rhaegar Targaryen (@TridentRhaegar) 27 de junio de 2016

¡Rey en el norte!

En el norte tampoco falta la marcha tras la Batalla de los Bastardos y la reconquista de Invernalia. Davos, que halló el juguete de Shireen en la nieve, pide a Jon que ejecute a Melisandre por quemar en la hoguera a la joven princesa Baratheon, a quien quería como a una hija. Melisandre se defiende argumentando que fue la voluntad de su Señor. Jon, mostrando su habitual buena fe, tiene piedad de ella y le perdona la vida, si bien con una única pero contundente condición: que se marche al sur y nunca regrese. La sacerdotisa roja coge un caballo y se aleja de Invernalia ante la mirada de Jon y Sansa. ¿Volveremos a verla?

Es en ese instante cuando Jon y Sansa mantienen una apaciguadora charla en la que ella se disculpa por no contarle que había pedido ayuda a Meñique, de quien al mismo tiempo dice no confiar. Asimismo, la joven Stark muestra su cariño y apoyo a su hermano diciéndole que para ella él es un Stark. Un pensamiento que quiere envenenar Lord Baelish en beneficio de su plan maestro: acabar en el Trono de Hierro con Sansa a su lado. Ella rechaza esa proposición de futuro, pero ver cómo las casas del norte proclaman a Jon rey del norte tras un más que convincente y potente discurso de apoyo de Lady Mormont (¡Lyanna, presidenta!) y se olvidan de ella, seguro que le hace reflexionar.

Veremos lo que le dura a Jon el título de rey, y no hablamos porque creamos que vaya a morir pronto, sino porque en este episodio también se ha desvelado un 'gran misterio' (que a nadie pilla por sorpresa). Con una nueva visión de Bran, que previamente se ha despedido de su tío Benjen, regresamos a la Torre de la Alegría para continuar con la escena que nos dejaron a medias a principio de temporada. Eddard Stark sube al torreón y se encuentra a su hermana Lyanna desangrándose. Sabe que va a morir, por lo que no duda en hacerle prometer a Ned que proteja a su hijo (Jon) y que no se lo diga a Robert. La tan comentada teoría L+R=J se confirma. Es decir, Jon tiene sangre Stark (por parte de madre y no de padre) y Targaryen. [Actualizamos: Para el que todavía no vea clara esta teoría, HBO se lo aclara con esta infografía].

No sabemos lo que ocurrirá con el señorío de Invernalia, pero sí sabemos que el invierno ya está aquí, como anuncia la llegada del cuervo blanco.Valar Morghulis

En el capítulo 'Nadie', recobramos nuestra fe en Arya. Demostró seguir siendo fiel a su apellido Stark y se fue de la Casa de Blanco y Negro con un objetivo: volver a casa. Pero antes de regresar a Invernalia, la pequeña de las Stark hace una parada. Como ensoñé al ver en el tráiler el banquete de los Frey y los Lannister por la conquista de Aguasdulces, un cierre perfecto para Arya esta temporada sería mandar al otro barrio al vejestorio Walder Frey, que confabuló contra su familia en la Boda Roja. Y así ha sido.

El rastrero Walder Frey recibe su merecido de manos de una Arya que, con otro rostro, consigue acercarse a él, servirle las tripas de la familia Frey en un pastel y degollarle de la misma forma que murió su madre tiempo atrás. 

"Mi nombre es Arya Stark. Quiero que lo sepas. Lo último que verás será una Stark sonriéndote mientras te mueres", le dice mientras cambia de rostro y acaba con su vida.

Arya se ha convertido en una asesina implacable que seguro que en Poniente todavía tiene mucho que decir (o hacer). Lástima que haya que esperar a la séptima temporada para descubrirlo.

Rumbo a Poniente y el regreso de Dorne

Parece que por fin dejamos Meereen atrás. Llevábamos años queriendo ver partir a Daenerys hacia Poniente, y ese momento ha llegado. Aunque lo hará sin la compañía de su amante Daario Naharis, a quien ha tenido que renunciar para entablar lazos matrimoniales al otro lado del Mar Angosto. Ahora que llega la hora de la verdad, Dany no duda en reconocer que tiene miedo, pero miedo de haber rechazado a una persona a la que quiere y no haber sentido nada. Si está haciéndose de piedra (Jorah Mormont, ¿dónde estás?), que se vaya preparando Poniente.

A pesar de esas sombras que le preocupan, Dany sabe reconocer la labor que ha hecho Tyrion como consejero durante todo este tiempo y le nombra Mano de la Reina, un cargo que ya ocupó en Desembarco del Rey a las órdenes de su sobrino Joffrey.

Desde el primer capítulo, en el que en Dorne hubo una revolución 'gore', no habíamos vuelto a saber nada de la casa Martell. Incluso llegamos a pensar que este mortal recurso se trataba de una forma de cerrar una rama del árbol argumental de la serie. Pero estábamos equivocados. Dorne todavía no ha dicho su última palabra, y parece que la dirá junto a Olenna Tyrell, que tiene sed de venganza, y Daenerys (si tenemos en cuenta que Varys se pasa por Lanza del Sol para ganar aliados). 

También Sam y Eli tienen unos minutos en este último episodio para mostrarnos su llegada a Antigua, ciudad en la que Sam estudiará para convertirse en maestre.

La que no aparece en 'Vientos de invierno', rompiendo las esperanzas de muchos, es Lady Corazón de Piedra. La Hermandad sin Estandarte y el Perro se quedan fuera de este final y con ello una hipotética aparición de Catelyn Stark resucitada. Parece que el sueño de verla de vuelta se desvanece.

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