La polémica sobre los viajes de los duques de Sussex en jet privado se apaciguó cuando Enrique y Meghan de aclararon que dos de los tres trayectos se los había reservado su amigo, el músico Elton John. Pero el matrimonio ha vuelto a salir a la palestra tras su decisión de volar a Escocia con una aerolínea de bajo presupuesto, algo que la crítica ha atribuido a una estrategia para acortar distancias con el pueblo inglés y recordar a la ciudadanía que su estilo de vida rechaza el 'esnobismo'.
Frente a las críticas, la pareja argumentó que la huella de carbono que dejaron los viajes se habían compensado con la correspondiente donación a la organización Carbon Footprint. Sin embargo, unos días más tarde toda la familia de los duques de Cambridge se decantó por una compañía 'low-cost' para viajar a Escocia... y a nadie se le escapó.
Aunque los duques evitaron afrontar directamente las críticas, algo que ya se ha convertido en su tónica habitual, este último movimiento parece dirigirse a soterrar de una vez esta polémica y hacer de esta salida pública una demostración de que los rumores sobre su lujoso estilo de vida se equivocan.
Este lunes, aprovechando que se trataba de un día festivo en Reino Unido, el matrimonio acudió a un pub cercano a su nuevo hogar de Frogmore Cottage para disfrutar de uno de los típicos asados ingleses en un menú que les costó 15 libras por cabeza.
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