La startup española Captio se vende: la americana Certify paga unos 25 millones

  • El gestor de gastos de empresas en la nube se puso en marcha en 2012 y estaba en manos de dos fondos de capital riesgo, Bankinter y el equipo fundador
El equipo directivo de Captio.
El equipo directivo de Captio.
Captio

Una nueva venta de una startup en España. Es la quinta que se firma y anuncia en los últimos tres meses. La compañía Captio, que desarrolla una plataforma para la gestión de gastos de empresa en la nube, ha sido comprada por uno de sus competidores estadounidenses: Certify. El precio pagado por la española, que cuenta con accionistas como los fondos de capital riesgo Kibo Ventures o Venturecap o el brazo inversor de Bankinter, ronda los 25 millones de euros. Las negociaciones se han alargado durante los últimos meses.

El origen de Captio tiene un nombre: Ongest. Se trataba de una plataforma de gestión de documentos y facturación online. Fue en el año 2012 cuando el equipo fundador, liderado por Joel Vicient, decide dar un paso más y poner en marcha un sistema de reconocimiento automático de facturas y tickets de gastos a través del teléfono móvil. Era el nacimiento de Captio. Desde que ganara el segundo Campus de Emprendedores de Seedrocket, la aceleradora de startups, ha llevado a cabo varias rondas de financiación que suman una inversión total de más de 4 millones de euros.

Ahora, la estadounidense Certify decide sacar la chequera. La operación, que lleva meses fraguándose entre todas las partes, ha supuesto un rédito significativo para los fondos de inversión y el equipo fundador. En total se han pagado unos 25 millones de euros, según diversas fuentes cercanas a la venta. La startup no ha querido desvelar.

El comprador

¿Cuánto representa el precio? Básicamente, entre 7 y 8 veces los ingresos que la compañía logró el año pasado, que ascendieron a 3,1 millones de euros. Ese volumen de negocio procede de la comisión que la compañía cobra por utilizar su plataforma de gestión de gastos por parte de las empresas, que funciona como lo que en el argot se conoce como SaaS (un servicio a través de un ‘software’).

Certify es una empresa estadounidense que está en manos, desde el pasado año, del fondo estadounidense K1 Investment Management, que además la fusionó con otras tres compañías del sector en una operación que supuso una inversión de 125 millones de dólares. Con la compra de la española se interna en Europa, donde Captio ha estado operando este tiempo. Especialmente en cuatro mercados: España, Portugal, Francia e Italia. “Tienen una base de clientes sólida; estamos entusiasmados de incorporarlos a la familia Certify, y esperamos trabajar con Joel y su equipo para construir la marca Certify en toda Europa”, asegura Robert Neveu, presidente y CEO de Certify.

Tras la operación, Vicient y el resto del equipo directivo de Captio se unirán al de Certify. “La empresa combinada continuará trabajando en las líneas de producto actuales y dando servicio a los clientes existentes con una oferta mejorada de servicios aprovechando las sinergias dentro del grupo”, aseguran.

Las cifras de Captio

Captio cerró el año 2017 con unos ingresos de 3,1 millones de euros (casi el doble que un año antes) y unas pérdidas de más de un millón, según las cuentas recién presentadas en el Registro Mercantil. La empresa ha llevado a cabo una fuerte inversión para su salida al mercado europeo y es eso a lo que achaca estos números rojos.

Su primer cliente importante fue el grupo vitivinícola familiar Miguel Torres. Después llegaron otros como Bankinter, también accionista, BBVA, Carrefour o Telefónica. Ésta última asumió la tecnología de la española para la gestión de sus gastos en 2015.

¿Quién controlaba la startup española? Después de las diferentes rondas de financiación, a cierre del año pasado, el 22% estaba en manos del fondo Venturecap; Kibo Ventures contaba con el 16%, y el brazo de capital riesgo de Bankinter, un 11%. El fundador Joel Vicient era poseedor del 20,5%. También se encuentran entre los accionistas un grupo de ‘business angels’ vinculados a la aceleradora Seedrocket. Según confirman desde la empresa, este reparto cambió a lo largo de 2018, pero no precisan cuál es exactamente.

Quinta venta en unos meses

Esta compra es la quinta de una startup española en los últimos tres meses. Durante el verano se anunciaron otras cuatro. La más destacada fue la de Promofarma, que fue vendida por los fondos y los Carulla al grupo suizo Zur Rose por unos 40 millones de euros.

A esta se sumaron otras tres: Wizink adquirió la startup de aplazamiento de pagos Aplazame; Pernod Ricard sacó la chequera para hacerse con la tienda online de vinos Uvinum, y MailUp completa la adquisición del 100% de la plataforma de email marketing Acumbamail.

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