OPINION

José Luis Moreno, el perdedor de la Navidad televisiva

José Luis Moreno en Telecinco
José Luis Moreno en Telecinco
José Luis Moreno en Telecinco
José Luis Moreno con Bertín Osborne

Ya era como una tradición .La Navidad olía a turrón, a mazapán y a gala de José Luis Moreno. Pero estas fiestas serán las primeras en (muchos) años en las que José Luis Moreno (y sus muñecos) no producirán gala alguna en las noches de guardar de la televisión nacional. No habrá noche de fiesta del famoso ventrílocuo ni en Nochebuena, ni en Nochevieja, ni en la Noche de Reyes. Lástima.

Es la consecuencia directa de que José Luis Moreno fue el gran perdedor de la pasada Navidad. Su reconocible fórmula de galas dio claros síntomas de desgaste y su espectáculo de variedades, La noche en Paz de Telecinco, sólo congregó a un 13,3 por ciento de cuota y 1.181.000 espectadores en Nochebuena, incluso por debajo de las reposiciones de Antena 3.

Fatal dato para un programa que fue producido para la ocasión y que denotó que ya está agotado el estilo de gala de José Luis Moreno. Un tipo de sarao que el productor lleva repitiendo durante décadas en todas las cadenas: que si un teatrillo cómico cargado de rancios clichés sociales, que si una actuación de promoción con mucho cuerpo de baile, que si diluvio de confeti cayendo del techo, que si mucho aplauso para dar la sensación de ruidosa celebración, que si unos presentadores disfrazados como si fueran a una boda en un hotel de carretera

Y, claro, la audiencia ya no se identifica con este rococó cuadro de José Luis Moreno. Los espectadores ya no se sorprenden con este tipo de programas, que repiten clichés y no cuidan ni la escenografía ni la realización ni el contenido: galas hechas con un previsible botón automático que son un desfile de encorsetados y olvidables playbacks

Los últimos prime time de José Luis Moreno parecían realizados por inercia y ya no eran competitivos frente a una televisión que mima más y mejor el espectáculo. De ahí que el año pasado ganara en audiencia una reposición al show de Telecinco. Lo suyo era nuevo, pero no lo parecía.

Como consecuencia, en este 2017, ninguna cadena ha contratado las galas de Moreno. Lejos quedan aquellos grandes cotillones de Nochevieja que produjo durante una década en Televisión Española, hasta consiguiendo el récord de fin de año televisivo de mayor duración.

Galas que también llegó a producir en Antena 3 y en los últimos 8 años en Telecinco. En la cadena de Mediaset, el inventó funcionó pero, poco a poco, fue perdiendo fuelle. Las histriónicas presentaciones basadas en los tópicos de enfrentar trasnochados roles de mujer y hombre ya no hacen ninguna gracia. Por suerte, el público demanda que las cadenas se lo curren un poco más. Y, por eso mismo, Moreno, el veterano maestro de la varieté televisiva, se ha ido quedado muy atrás en un camino en el que el productor se ha olvidado de lo más importante del entretenimiento: transmitir un poco de cariño hacia el arte de la televisión, que tan bien controló. Sus programas ya eran justo lo contrario, TV de usar y tirar. 

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