Hakamada Iwao, un presunto inocente esperando 43 años en el corredor de la muerte

  • El japonés Hakamada Iwao fue declarado culpable de asesinato sin pruebas hace casi medio siglo. Uno de los tres jueces que firmó la sentencia lo reconoce. Te contamos su historia en el Día Mundial de la Pena de Muerte.

Hakamada Iwao se levanta cada día sin saber si será el último. En Japón avisan a los reos de su ejecución -siempre en la horca- el mismo día que van a morir. La familia ni siquiera se entera a tiempo. Las autoridades se lo comunican cuando su ser querido ya ha muerto.

Hakamada lleva condenado a muerte desde 1968. Es el preso que lleva más tiempo esperando ser ejecutado en Japón y en todo el mundo, según Amnistía Internacional. Lleva 43 años desconectado del mundo. Sin poder hablar con otros presos (todos lo tienen prohibido, sin ver la televisión, sin leer o dedicarse a intereses o aficiones personales ha acabado por padecer una enfermedad mental.

En 1966 fue declarado culpable de asesinar al jefe de la fábrica donde trabajaba, a su esposa y a dos de sus hijos.

'Yo era uno de los tres jueces que debían dictar sentencia en la causa instruida en 1968 contra Iwao Hakamada', ha declarado públicamente el ex juez Kumamoto Norimichi. 'Objetivamente, las pruebas de que él hubiera cometido el crimen eran prácticamente inexistentes, pero no pude convencer a los otros dos jueces, así que tuve que declararlo culpable. No pude soportar la carga sobre mi conciencia, por lo que a los seis meses renuncié a mi puesto de juez. Todavía hoy me siento culpable'.

AI denuncia que Hakamada confesó su culpabilidad tras ser sometido a un interrogatorio policial durante 20 días sin contar con la asistencia de un abogado. Más tarde se retractó de su confesión, declarando que había sido sometido a malos tratos por la policía y obligado a firmar dicha confesión. Diversas apelaciones y peticiones de recursos se han rechazado.

A los pocos meses de ser condenado a la pena capital y como consecuencia del régimen de aislamiento al que está sometido comenzó a mostrar síntomas de sufrir graves trastornos mentales y de conducta.

La salud de Hakamada es un motivo de preocupación para Amnistía Internacional, que ha abierto una ciberacción (puedes firmar aquí) para pedir su liberación a las autoridades japonesas. El organismo pide que tengan en cuenta su avanzada edad y la enfermedad mental que padece. Además pide que se revise su caso por ser declarado culpable en un juicio sin las debidas garantías.

Japón es uno de los dos países altamente industrializados que mantienen y aplican la pena de muerte (el otro es Estados Unidos). Actualmente hay en Japón más de 100 personas condenadas a muerte y más de 17.800 en todo el mundo, según los últimos datos de Amnistía Internacional.

lainformacion.com
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