Asimismo, el presentador de la gala, Jimmy Kimmel, regresó anoche a la emisión regular de su espacio nocturno en la cadena ABC y no dejó pasar la oportunidad para hablar del desaguisado en el que se convirtió una ceremonia que el anfitrión de 49 años llevó magistralmente. "Excepto por el final, fue muy divertido. Fue todo muy bien. Estábamos avanzando y, de repente, de la nada, aquello se convirtió en una prueba de paternidad de Maury Povich. Fue el final de televisión más extraño desde 'Perdidos'", dijo el showman.
"Estoy seguro de que al menos lo habéis oído, 'La La Land' fue, al mismo tiempo, la mayor ganadora y perdedora de la noche... Sabes que es una noche extraña cuando la palabra 'sobre' es trending en Twitter", añadió el conductor, que aseguró que el final previsto para el espectáculo era él sentado con su amigo Matt Damon, al que machacó toda la ceremonia con sus bromas.
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