Arranca la evaluación final de ESO de la LOMCE, que no harán todos los alumnos ni servirá para titular

Estas pruebas han pasado de censales a muestrales, fruto del decreto ley que aprobó el Gobierno el pasado mes de diciembre y como gesto de cara a la negociación del Pacto Social y Político por la Educación. Las características de esta evaluación se publicaron en el BOE el pasado sábado 6 de mayo en una nueva orden ministerial, aunque varias autonomías ya habían puesto fecha para su realización.

Las administraciones educativas serán las que decidan a cuántos alumnos examinar con la única condición, por parte del Ministerio de Educación, de que la muestra "sea suficiente para tener datos representativos". No obstante, partiendo de este mínimo, las que quieran pueden examinar a todos sus alumnos.

Otra de las diferencias con respecto a la primera propuesta del exministro José Ignacio Wert no sólo radica en que la evaluación final no es obligatoria ni tiene efectos académicos, sino que los alumnos tampoco se van a examinar de la mayoría de las asignaturas, sólo de las instrumentales: Lengua y Literatura (también las coofiaciales), Inglés, Matemáticas y Geografía e Historia.

Pese a estos cambios, hace dos semanas, el Sindicato de Estudiantes hizo un llamamiento a boicotear esta evaluación, que, a su juicio, "el único efecto" que puede tener la realización de estas pruebas es la de "someter a un enorme estrés tanto a profesores como a alumnos" a final de curso. Por ello, esta organización estudiantil pidió a los alumnos que no se presenten a estas pruebas y a los padres y profesores que no colaboren en su puesta en marcha.

La orden ministerial señala que el tipo de preguntas será abiertas o semiabiertas en al menos un 20% de ellas y, junto a las pruebas de las materias anteriormente citadas, lo alumnos tendrán que rellenar un cuestionario de contexto con el objetivo de que las administraciones educativas conozcan el nivel sociocultural de sus familias, así como sus hábitos de estudio y otros aspectos relativos a la convivencia escolar.

Cada una de las pruebas de la evaluación de Educación Secundaria Obligatoria tendrá una duración de sesenta minutos y se establecerá un descanso entre pruebas consecutivas de, como mínimo, quince minutos. La evaluación tendrá una duración de un máximo de cuatro días en cada centro educativo, aunque en las administraciones con lengua cooficial podrán emplear un día más.

Las comunidades autónomas elaborarán un informe en el que reflejarán los resultados obtenidos en su ámbito de gestión, expresándolos en seis niveles de desarrollo competencial y los resultados lo pondrán en conocimiento de la comunidad educativa, considerando los factores socioeconómicos y socioculturales del contexto.